Línea Editorial COPE: Temor a una escalada en Oriente Medio
El propio ataque de Hezbolá el domingo, aparentemente un error de cálculo, sirve de advertencia de que cualquier paso mal medido es susceptible de incendiar la región
Madrid - Publicado el
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Las diplomacias de EE.UU. y Europa se mueven para intentar evitar una guerra abierta de Israel contra el Líbano. Al visitar ayer la localidad de los Altos del Golán, en la que un ataque atribuido a Hezbolá causó el domingo la muerte de doce niños, Benjamin Netanyahu dejó claro que la respuesta será contundente.
Cabe, sin embargo, confiar en que el primer ministro acepte dejar pasar un tiempo prudencial, que permita al menos serenar un poco los ánimos. Cualquier error de cálculo puede generar consecuencias inesperadas y contrarias a los intereses de Israel, como advierten a su Gobierno algunos de los principales responsables del Ejército hebreo.
El propio ataque de Hezbolá el domingo, aparentemente un error de cálculo, sirve de advertencia de que cualquier paso mal medido es susceptible de incendiar la región. Este es el miedo que verbalizan diversos gobiernos regionales con buenas relaciones con Occidente, particularmente Egipto, que ha pedido la intervención de la comunidad internacional, a la vez que exige un alto el fuego en Gaza.
Mención aparte merecen las palabras del presidente Erdogan, amenazando con atacar Israel. El tono populista del presidente de Turquía no oculta que Netanyahu, movido por intereses partidistas, ha cruzado en Gaza todas las líneas rojas, salpicando de manera especial a EE.UU., crecientemente señalado por complicidad, al no ser capaz de meter en vereda a su aliado israelí.
No ayuda el clima preelectoral en Washington, del que Netanyahu está sabiendo sacar buen provecho, pero también sabe que todo tiene un límite y que ya ha tentado demasiado la suerte.