Un nuevo tiempo político

Este domingo los españoles acudiremos a las urnas para dar por finalizada la XIV Legislatura, presidida por Pedro Sánchez. Una legislatura en la que los pactos constitucionales se han subordinado a los intereses políticos inmediatos de un presidente que comenzó mintiendo sobre sus alianzas políticas y ha acabado mintiendo con el caso de los peajes en las autovías. Una legisatura en la que se ha indultado a quienes el Tribunal Supremo había condenado con sentencia firme, en la que se ha eliminado de nuestro ordenamiento el delito de sedición y se ha descafeinado el de malversación en favor de unos condenados por intentar un golpe contra la Constitución, en la que se ha aprobado una ley que pretendía defender a la mujer pero que ha puesto en la calle a cientos de violadores y agresores sexuales.

En esta legislatura que se acaba, el Gobierno ha hecho un uso excesivo de los decretos-leyes, que han suplantado la producción ordinaria de la legislación encomendada al Parlamento. Los órganos consultivos, como el Consejo de Estado, se han convertido en un adorno. La división de poderes ha quedado deteriorada. Como han denunciado destacados socialistas históricos, Pedro Sánchez ha abandonado la centralidad socialista por sus alianzas con formaciones radicales como Podemos, Bildu o ERC.

Es necesario que el domingo se abra un nuevo tiempo en el que se fortalezca el pacto constitucional, en el que se vuelva al respeto de las instituciones, en el que se potencie la iniciativa social y se mejore el Estado; en el que se apueste por la libertad personal y social, principalmente en materia educativa; en el que se desarrollen políticas adecuadas de integración y atención a los más vulnerables, y en el que se reconozca de nuevo a la familia como urdimbre del tejido social.