Recuperar la empatía
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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“No apartes tu rostro del pobre” es el lema con el que el Papa invita a celebrar hoy la Jornada Mundial de los Pobres. Francisco pone el foco en las “nuevas formas de pobreza” que afectan a millones de familias, vinculadas al aumento de los costes de la vida y a unos salarios que, en comparación, se quedan muy rezagados. Esto, expone gráficamente, les obliga a tener que elegir muchas veces entre comprar comida o medicinas. Lo advertía en España esta semana un informe de ESADE, según el cual una de cada tres personas tiene serias dificultades para cubrir sus necesidades básicas. El Papa pide no quedarse “en las estadísticas y los números”, sino dar un paso más allá de la indignación. La caridad bien entendida consiste en acercarse a las personas concretas y a sus situaciones, no para compartir con ellas “lo superfluo”, sino para comprometerse por la justicia social y vivir sus sufrimientos y alegrías como propias.
Es un estilo de servicio que Francisco reivindica también en la medicina, al apoyar esta semana una campaña de la Academia Pontificia para la Vida que resalta la figura del médico de familia, especialmente en la atención a las personas más vulnerables. El mensaje es claro: no basta la visión del especialista; hace falta también una mirada integral que se preocupe de la persona en su conjunto y tenga en cuenta el conjunto de sus necesidades y anhelos. Si la despersonalización es una de las mayores amenazas culturales de nuestro tiempo, el acercamiento a quien sufre es seguramente el mejor remedio para recuperar la capacidad de empatía.