Seguimos sin una ley de cuidados paliativos

Este fin de semana, como viene sucediendo anualmente cada segundo sábado del mes de octubre desde hace 33 años, se ha celebrado el Día de los Cuidados Paliativos. La voluntad política de los distintos gobiernos socialistas que hemos tenido en España ha ido siempre encaminada a sacar rédito de la eutanasia. En su día vimos a todo un Gobierno como el de Zapatero promocionando una película, y la constante labor de ingeniería social culminó en la Ley de Eutanasia de junio de 2021 del Gobierno de Pedro Sánchez, cuando estábamos todavía sufriendo los efectos de la pandemia. Lo cierto es que los datos cantan, y aunque no sea una cuestión principalmente de cifras, en el año 2023, optaron por la eutanasia en España 323 personas, mientras que 80.000 mueren anualmente sin atención paliativa, lo que nos coloca en el puesto 31 de 51 en servicios de este tipo.  

Hay que seguir aprovechando el Día de los Cuidados Paliativos darles visibilidad, denunciar la situación y recordar que estos cuidados sí deberían ser un derecho que todos deberíamos tener, en igualdad de condiciones, sin que como sucede actualmente se conviertan casi en un privilegio. Por mucho que haya personas con enfermedades incurables, nadie es incuidable. Hace diez años la Organización Mundial de la Salud instó a todos los países a reforzar los cuidados paliativos como un componente esencial de la atención integral a lo largo de toda la vida. En España, por desgracia, seguimos esperando, ante la desesperación de muchos pacientes, familiares y agentes sanitarios que apuestan por lo verdaderamente humano, en lugar de esconder bajo eufemismos de muerte digna una cultura de la muerte que trata de eliminar el sufrimiento eliminando al que sufre.