María, antidisturbio de la Policía Nacional: el objetivo es aguantar física y psicológicamente

María es una de las pocas mujeres que forman parte de la UIP de la Policía Nacional y la única en Madrid a cargo de una unidad

Belén Ibáñez

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Quiso ser policía como su padre, pero fue un poco más allá, porque se preparó para entrar en una de las unidades más complicadas de este cuerpo: las UIP, o más conocidas como los antidisturbios. Se preparó, y pese a la dificultad y todo lo que le contaron sobre ello, no solo consiguió entrar, es que es oficial y dirige una unidad. María es una de las pocas mujeres antidisturbios que hay en España y la única que dirige una unidad en Madrid. De hecho muy pocos se pueden imaginar que detrás del casco, el chaleco, el escudo y ese uniforme casi de ciencia ficción se esconde una mujer joven de voz muy dulce que tiene muy claro como actuar cuando se produce una carga policial..."El objetivo es aguantar, aguantar y aguantar...y todo lo que conlleva, el traje, el casco...por eso hacemos cursos tan duros, para estar preparados tanto física como mentalmente.Haciendo el curso me di cuenta de lo que es capaz el cuerpo de aguantar y de adaptarse a todo tipo de situación". Aguantar también insultos, aunque dice que no le afectan porque la gente no insulta a la persona en si, sino que insulta al uniforme. "No hay nada personal porque ni te conocen ni les conoces".

Dice que no ha tenido ningún problema en trabajar en un entorno muy masculinizado, aunque reconoce que le dio algo de respeto el día que tuvo que subirse a un furgón a mandar a un grupo de hombres... la realidad es que todo fue sencillo..."basta con tu ejemplo para que te sigan. Y al final les da igual que sean hombres o mujeres. Lo que ellos quieren es que se haga el trabajo y que des soluciones los problemas que se planteen."

SOMOS UNA FAMILIA

Viven muchas horas juntos, viajan, entrenan y se ven en situaciones complicadas lo que genera lazos que van más allá del compañerismo." en mi furgoneta siempre trabajamos los mismos, es como mi segunda familia. Estamos muy unidos y eso profesionalmente también es una ventaja porque te coordinas mejor...no tienes miedo porque sabes que ahí están tus compañeros."

Hablando de cuestiones más materiales, María reconoce que el uniforme es incómodo, da calor y limita tus movimientos...Hay que permanecer muchas horas haciendo guardia a pie quieto. Y ahí surge la pregunta ¿Cómo va al baño un antidisturbio? ¿Entra en un baño público con ese uniforme tan llamativo?. María cuenta que es algo en lo que ni se piensa. "A veces se suda tanto que evita que necesites ir al baño.Otra opción es no beber mucho el día que tienes una intervención. Pero además la adrenalina hace que te olvides. Aún asi, si lo necesitas puedes buscar una comisaría cercana o algún organismo oficial...y si ya no te queda más remedio, pues entras en un bar..."

María anima a las niñas que se hagan policías, antidisturbios, aunque no hay muchas, incluso GEO, donde todavía no hay ninguna. Se siente orgullosa de pertencer a la Policía. Reconoce qeu no ha tenido ningún problema en trabajar en un entorno muy masculinizado porque ante todo, explica, son una familia. Son muchas horas juntos en condiciones muy duras y ahí no hay género, hay compañeros.