La impasibilidad con el Metro preocupa en Madrid: imágenes y estaciones conflictivas, pero ninguna medida
Ni siquiera se contempla que los trenes no paren en las zonas confinadas, aunque buena parte de las líneas pasan por ellas
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La imagen ha sido recurrente desde que el estado de alarma empezó a decaer en Madrid: estaciones y vagones del Metro de Madrid repletos de personas en hora punta, sin que resulte posible el cumplimiento de la distancia de seguridad. Es difícil que usted no haya visto este tipo de escenas en los medios o en las redes sociales. Por desgracia, el panorama no ha ido a mejor al empeorar los datos del coronavirus, como quizá habría cabido esperar. Porque, a pesar de las nuevas restricciones a la movilidad vigentes desde este lunes, el Metro no ha dejado de ser motivo de preocupación por su aforo.
El dilema con este tipo de transporte público es constante en la capital española desde hace tiempo. No hay nada en firme que haga pensar que se va a tomar algún tipo de medida al respecto. Es más, lo poco que se ha aireado al hilo de buscar una solución al problema del Metro y la covid-19 ha caído (o eso parece en estos momentos) en saco roto.
El posible cierre del Metro en Madrid
Algunas fuentes de la Consejería de Sanidad madrileña dejaron caer, a través de La Política Online, que la Comunidad estudiaba el cierre de algunas estaciones del Metro. Se citaba el ejemplo de la ciudad china de Wuhan, que no contó con este servicio de transporte mientras, como foco de la pandemia, estuvo aislada.
Este hubiese sido un cierre parcial, ya que el Metro sí habría funcionado en aquellos lugares en los que no se han aplicado las medidas restrictivas del Gobierno autonómico. También se hablaba de fomentar el teletrabajo o de conceder permisos entre los trabajadores de las zonas más afectadas por la pandemia.
La negativa de la Comunidad
A pesar de que parece que el cierre de ciertas estaciones pudo llegar a contemplarse, no tardó en ser desmentido por la Consejería de Transportes de Madrid. Desde esta, se argumentó que la medida ni siquiera se puso en marcha durante los meses más duros de la pandemia. Por tanto, quedó descartada por completo.
Es cierto que la movilidad quedaría muy restringida en el caso de que el Metro no funcionase. Sin embargo, las personas que viven en los lugares que han quedado confinados pueden seguir acudiendo a su lugar de trabajo. Ahora mismo, no hay ningún impedimento oficial para ello: incluso se ha emitido un justificante, desde la propia Comunidad, que evite contratiempos al ir a trabajar.
Que todo siga como hasta ahora (porque el Metro es un transporte más que utilizado en una ciudad como Madrid) no es algo que contente en especial, pero toca lidiar con ello. Lo máximo que se ha conseguido para intentar paliar las aglomeraciones en el Metro es que se refuerce la oferta de transporte público en Madrid. En lo que respecta al Metro, esto significa: 44 estaciones con mayor capacidad en cuanto a trenes, más control automático de aforos (funciona en 225 estaciones) y un dispositivo presencial de supervisión del mismo en las 37 áreas sanitarias confinadas.
El Metro y las zonas confinadas de Madrid
Cuando nos fijamos en el plano del Metro de Madrid, se entiende a la perfección por qué ciudadanos y expertos están preocupados con el mismo: apenas han líneas que se salven de pasar por las zonas señaladas ahora por la pandemia.
En la Línea 1, hay paradas en Puente de Vallecas y Villa de Vallecas. En la 2, aparece La Elipa. La 3 es una de las más conflictivas en términos del virus: Villaverde Alto, San Cristóbal, Villaverde Bajo, San Fermín – Orcasur, Hospital 12 de Octubre... Por su parte, la Línea 5 pasa por las estaciones de Ciudad Lineal y Carabanchel, por ejemplo. La Línea 6 para en Usera y la Línea 12 en Getafe y Fuenlabrada.
Por tanto, la mitad de las líneas de Metro, a primera vista, presentan recorridos en los que aparecen zonas muy afectadas por el coronavirus en Madrid. Un dato que no habla nada bien de las imágenes de aglomeración que se han repetido con frecuencia desde que llegó la nueva normalidad, pero esquivado por la Administración: el desamparo, a día de hoy, es real.