Cómo evitar el timo de las sugerencias del día cuando vamos a un restaurante
Cuando el camarero recita los platos fuera de carta, sin saber cuáles son sus precios, tenemos más posibilidades de que la factura se dispare
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Cuando el camarero recita los platos fuera de carta, sin saber cuáles son sus precios, tenemos más posibilidades de que la factura se dispare. Sobre todo en verano, uno de los mayores peligros está en las sugerencias del día. Los platos no aparecen en la carta y es el camarero quien los ofrece nada más sentarnos en la mesa. Una de las ventajas de esta oferta es que el restaurante nos ofrece algo distinto a lo ofrecido en la carta. Pero no siempre es así. En muchas ocasiones las sugerencias del día buscan dar salidas productos que en su momento no tuvieron salida.
Por este motivo se busca, en algunas ocasiones, al cliente despistado. En la mayoría de los casos no está vinculado directamente a la calidad del producto sino al precio. Con una carta delante podemos calcular, antes de pedir, por cuanto nos puede salir la velada, pero cuando el camarero empieza a recitar los platos no conoceremos el coste de la comida o de la cena hasta el final. Uno de los consejos cuando llegamos al local y nos dan la carta es ver si hay un papel con la fecha del día donde aparezcan esas recomendaciones junto a su precio.
Otras recomendaciones es preguntar sin miedo al camarero cuando nos llama la atención algún plato pero no conocemos su precio, este hecho nos evitará posibles sorpresas cuando nos llegue la factura. En el caso de ver muchas sugerencias “fuera de carta” podemos empezar a desconfiar, dos o tres propuestas diarias es lo más habitual.