TRÁFICO CIUDADES
Un informe plantea cobrar peajes para entrar en Madrid y Barcelona contra los atascos
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) plantea el cobro de peajes para acceder a Madrid y Barcelona en horas punta a fin de paliar los problemas de atascos y de contaminación atmosférica, como ya hacen ciudades como Londres, Estocolmo, Milán y Oslo, entre otras.
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La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) plantea el cobro de peajes para acceder a Madrid y Barcelona en horas punta a fin de paliar los problemas de atascos y de contaminación atmosférica, como ya hacen ciudades como Londres, Estocolmo, Milán y Oslo, entre otras.
Fedea publica este lunes un trabajo de Xavier Fageda, de la Universitat de Barcelona, y de Ricardo Flores, de la Universitat Rovira i Virgili, en el que se propone fijar un peaje en Madrid y Barcelona para mitigar los problemas de atascos y de contaminación asociados al uso de vehículos particulares en los accesos a grandes ciudades.
Los autores destacan los elevados costes sociales de estos fenómenos y apuntan que los atascos elevan en más de un 25 % el tiempo medio de desplazamiento en los días de congestión de tráfico, lo que supone una pérdida de tiempo de 119 horas al año por conductor en Barcelona y de 105 en Madrid, con unos costes económicos superiores a los 175 millones de euros anuales en cada ciudad.
Para el conjunto de empresas españolas, la pérdida asociada a los atascos supera los 840 millones de euros al año.
Además, la contaminación atmosférica provoca 3,3 millones de muertes al año en el mundo (más que el sida, la malaria y la gripe juntos) y el tráfico es una de sus principales causas. En España, la cifra de muertes anuales por esta causa se cifra en unas 30.000.
Con el objetivo de afrontar estos problemas, diversas ciudades han recurrido a restricciones cuantitativas, entre ellas Madrid y Barcelona: la primera restringe la circulación de los vehículos por su número de matrícula y limita la velocidad y el aparcamiento en días de elevada contaminación, mientras que la segunda ha implementado una zona de baja emisión en casos de emergencia que acota el acceso a los coches más contaminantes.
Fedea subraya que, en cualquier caso, estas medidas tienen por objetivo exclusivo la reducción de la contaminación, por lo que ignoran el problema de los atascos.
Otras ciudades como Londres, Singapur o Estocolmo han establecido peajes de congestión que gravan el acceso de vehículos privados a sus centros urbanos durante determinadas franjas horarias.
Según los autores del estudio, un peaje barato es una medida más eficiente y eficaz que las restricciones cuantitativas al tráfico y, en consecuencia, proponen su establecimiento en Madrid y Barcelona, convencidos de que puede resolver "definitiva y permanentemente" los atascos y, a la vez, ayudar a mitigar el problema de la contaminación.
Un sistema, añaden, sencillo de diseñar e implementar y que produce resultados inmediatos, al mismo tiempo que genera recursos adicionales de aquellos dispuestos a pagar, que podrían destinarse a la mejora del transporte público.
Su propuesta es fijar un impuesto muy bajo en una fase de prueba y evaluar cuál es el efecto. A partir de ahí, sugieren ir ajustando el importe si es necesario hasta conseguir un tráfico fluido.
La aplicación de un peaje barato en horas punta, bajo su punto de vista, puede ser suficiente para provocar una reducción de tráfico que mitigue los atascos.
El apoyo público y político a los peajes urbanos aumenta después de su implementación, argumentan, y contraponen este sistema a otras políticas de prohibición total o parcial de la circulación, que reducen la demanda independientemente de la disposición a pagar por conducir.
Pero, además, consideran que limitar el tráfico por número de matrícula puede perjudicar a los conductores de menor nivel de renta que son propietarios de un único vehículo y normalmente más antiguo (y, por lo tanto, más contaminantes) y no tienen la opción de comprar un nuevo vehículo.