La participación en las presidenciales francesas se frena, ligeramente, a media tarde
Un 69,42 % de los electores franceses había votado a las 17.00 de la tarde, una cifra ligeramente inferior a los mismos comicios en 2012.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tres horas antes del cierre de los colegios electorales en Francia, en la primera vuelta de las presidenciales habían votado el 69,42 % de los electores, cifra ligeramente inferior a la que había votado a la misma hora, cinco de la tarde en 2012, según ha señalado el Ministerio del Interior.
Hace cinco años había votado el 70,59 %, en unos comicios que acabaron con una fuerte participación de casi el 80 %.
La cifra registrada este 23 de abril a media tarde también supone un descenso respecto a hace diez años, cuando el 73,87 % de los franceses ya habían votado, aunque aquellas elecciones -que acabaron con el triunfo del conservador Nicolas Sarkozy- supusieron un récord absoluto con una participación final de casi el 84 %.
Por el contrario, el número de votantes supera en más de diez puntos a los que en 2002 se habían acercado a las urnas (58,45 %).
En aquella primera vuelta (en la que el ultraderechista Jean-Marie Le Pen consiguió clasificarse para el balotaje) acabó con un porcentaje ligeramente superior (72,6 %) al que ya ha votado hoy a media tarde.
Los colegios electorales se cerrarán en los pueblos y las ciudades pequeñas a las 19.00 (17.00 GMT), y en las mayores localidades del país lo harán una hora más tarde.
Los sondeos habían augurado para la primera vuelta de las presidenciales una abstención superior a la de las dos últimas ediciones, cercana al 30 % del electorado.
Sin embargo, la campaña ha sido muy seguida en Francia, como lo pone de manifiesto la elevada audiencia registrada por los debates televisados y las entrevistas de los once candidatos.
Los sondeos auguran igualdad entre cuatro candidatos. Los dos más votados en la primera vuelta pasarán a la segunda, que tendrá lugar el próximo 7 de mayo.
Los candidatos votaban por la mañana
Los cuatro grandes favoritos según las encuestas, el socioliberal Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, han ejercido antes del mediodía su derecho entre fuertes medidas de seguridad tras el atentado en el que fallecía un policía en los Campos Elíseos.
El más madrugador fue Macron, quien votó poco después de las 10.30 horas (08.30 GMT) en la localidad costera de Le Touquet, donde tiene una casa de vacaciones.
A sus 39 años, quien aspira a convertirse en el presidente más joven de la historia de Francia dijo a la prensa tras depositar su voto que "es esencial ir a votar por los tiempos en que vivimos".
Vestido con traje y corbata, con el semblante distendido, el candidato se vio obligado a esperar varios minutos en la cola ante la fuerte afluencia de público.
Se da la circunstancia de que la estancia del Ayuntamiento de Le Touquet donde ejerció su derecho es la misma en la que hace diez años se casó con Brigitte, su exprofesora 25 años mayor que él.
Minutos después, Le Pen votó en su feudo electoral de Hénin-Beaumont, en el norte del país, donde también tiene previsto seguir toda la jornada.
Acompañada del alcalde de la ciudad, Steeve Briois, también del Frente Nacional (FN), Le Pen, vestida con traje oscuro, emitió el voto en medio de una gran expectación mediática.
La Policía detuvo a una docena de militantes de la organización feminista Femen que intentaron boicotear su voto.
Las activistas se presentaron en el colegio electoral con el pecho descubierto y sus rostros tapados con máscaras de Le Pen, de su padre, Jean-Marie, y de los mandatarios ruso, Vladímir Putin, sirio, Bachar Al Asad, y estadounidense, Donald Trump.
A las 11.45 horas (09.45 GMT), Fillon depositó su papeleta en una mesa del Ayuntamiento del distrito VII, en el centro de París, entre fuertes medidas de seguridad por la amenaza de un atentado terrorista.
Según reveló él mismo, Fillon era uno de los objetivos de los dos supuestos yihadistas que fueron detenidos en Marsella esta semana con planes para ejecutar un atentado "inminente".
Un Fillon serio votó sin su esposa Penelope -protagonista del escándalo de corrupción por el que el conservador ha sido imputado al haberle atribuido un supuesto empleo ficticio-, que había hecho lo mismo a primera hora en su localidad de Sablé-sur-Sarthe.
El último de los favoritos en votar fue el izquierdista Mélenchon, que lo hizo en el Ayuntamiento del distrito X de París rodeado por sus principales colaboradores en la campaña.
Con una amplia sonrisa, Mélenchon, en apariencia muy relajado, depositó su papeleta en las instalaciones municipales tras haberse convertido en la gran sorpresa con una campaña rompedora que le ha llevado a rozar el 20 % en la intención de voto en los sondeos.
El presidente saliente, François Hollande, cuya renuncia a presentarse a su reelección ha marcado los comicios, votó en su feudo electoral de Tulle (centro del país), del que fue alcalde de 2001 a 2008.
Muy sonriente y efusivamente saludado por sus vecinos, Hollande apeló a todos los franceses a "mostrar que la democracia es más fuerte que todo" y recordó las extraordinarias medidas de seguridad adoptadas por su Ejecutivo para que el día transcurra sin la sombra de la amenaza terrorista.