¿Por qué Cs cambia de estrategia y rompe con el PP?

Los virajes de la formación de Rivera no son extraños, sino propios de un partido que ha crecido desde el centro y aspira a seguir haciéndolo

Casado en diálogo sobre el 40 aniversario de la Constitución Española

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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“Cs deja tirado al PP y renuncia a seguir paralizando los Presupuestos de PSOE y Podemos”. “Cs rompe con Susana Díaz y aboca a un adelanto electoral”. “Cs se plantea apoyar la moción de censura si Pedro Sánchez garantiza elecciones”. Basta con repasar los titulares de los últimos meses para comprobar los bandazos que ha dado la formación de Albert Rivera. Practica una política de alianzas y desuniones que se va modulando en función de los acontecimientos. Sus virajes no son extraños, sino propios de un partido que ha crecido desde el centro y aspira a seguir haciéndolo.

Desde su aparición en el ámbito nacional, una de las preocupaciones de Cs ha sido que no lo encasillaran ni en la izquierda ni en la derecha. Para los de Rivera la ideología nunca ha sido un tema prioritario -por ejemplo, en 2017 eliminaron la socialdemocracia de su ideario para abrazar el liberalismo progresista-, sino el discurso.

Con un programa transversal capaz de llegar a la mayoría de la sociedad en cuestiones que aúnan como la lucha contra la corrupción o el independentismo, pero sin una posición clara en materias que confrontan como la prisión permanente revisable, su obsesión ha sido situarse en el centro del tablero político. Desde ahí han conseguido penetrar en el caladero de votos del PP aprovechando el argumento de la regeneración política o de la crisis territorial del Estado, pero también en el del PSOE descontento con Sánchez y sus guiños a Podemos.

Este lunes a última hora volvían a dar un nuevo giro. Los de Rivera anunciaban que se desmarcaban de la estrategia que seguían con el PP para bloquear diversas iniciativas en la Mesa del Congreso, entre ellas la reforma de la ley de estabilidad presupuestaria del Gobierno que puede acabar con la capacidad de veto del Senado a los objetivos de déficit. Solo un mes antes el portavoz de Justicia de Ciudadanos, Nacho Prendes, decía sobre la enmienda del PSOE que era un "atropello" que "hurta" la tarea de los diputados y "pisotea" las normas de la Cámara.

Ciudadanos es consiente de que los españoles lo ven cada vez más escorado a la derecha. Los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revelan un incremento paulatino en la percepción del partido de Albert Rivera hacia este extremo. Mientras hace tres años estaba en el centro del espectro para los encuestados, ahora apenas le separa un punto del PP de Casado. El PSOE de Sánchez sería la formación más próxima (4,29) al espacio neutral según el último estudio de Tezanos -criticado por sobredimensionar los resultados favorables a Ferraz-.

Nunca hasta la fecha había habido un margen tan escueto en la percepción ideológica de los ciudadanos sobre ambas formaciones. Con la idea de que las elecciones se ganan por el centro, parece que la nueva estrategia de Rivera es romper la fraternal rivalidad que en la oposición mantiene con Casado. Su perfil moderado lo catapultaba a principios de año a la Presidencia del Gobierno.

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