Robbie Williams cree que tiene Asperger ¿Qué caracteriza a este síndrome?
El cantante británico Robbie Williams ha confesado que cree que tiene "el síndrome de Asperger". Carmen, que padece Asperger, dice en cope.es que "con voluntad" todo se puede conseguir. Incluso, romper el mito de que las personas con este trastorno "no tienen o no pueden tener amigos".
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El cantante británico Robbie Williams ha confesado que cree que padece el síndrome de Asperger, un trastorno caracterizado por dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales, principalmente. "Puede que tenga Asperger o autismo. No sé en qué espectro me encuentro pero sé que alguno". Además comentó que tiene "una interesante compulsión, adicción, enfermedad mental".
¿Cuáles son los síntomas de una persona que padece Asperger?
La primera imagen que te puede venir a la cabeza es la del personaje Sheldon Cooper. Una persona con ciertos problemas a la hora de comunicarse, alguien a quien no le gusta que le alteren los planes y a quien le encanta su rutina.
Carmen comparte, con este personaje de ficción, este trastorno del neurodesarrollo que se ubica dentro del espectro autista. El primer mito que quiere derribar Carmen es ese de que "las personas con Asperger no tienen o no pueden tener amigos".
Carmen y María José son amigas desde hace alrededor de 12 años. Se ven en persona solo unas seis o siete veces al año porque, para Carmen, la presencia e incluso el contacto físico “no es necesario”.
Carmen y María José se hicieron amigas en el trabajo. La propia Carmen admite que fue un proceso “difícil”. “La amistad nació hablando de las dificultades que yo tenía para las relaciones personales. Al principio, ella no me entendía y yo tampoco a ella. Pero teníamos voluntad. Nos caíamos bien y queríamos comunicarnos”.
En el día a día, el obstáculo de la comunicación se traduce en las dificultades que pueden tener para entablar conversaciones y para manejar el lenguaje no verbal. Un problema que se da en las situaciones más cotidianas.
Así que, para entenderse la una a la otra, trazaron lo que Carmen denomina “estrategias”: “Yo entendí también las necesidades emocionales de María José. Hablamos de qué quería que hiciera para demostrarle que la quería. Le dije: '¿Te tengo que dar abrazos? Pues te los doy'. Pero esas cosas me las tiene que decir”.
Carmen subraya que la relación que mantiene con María José demuestra que las personas con síndrome de Asperger sí pueden tener amigos: “Tenemos emociones, entendemos las de los demás y nos solidarizamos con ellos. Lo que pasa es que la expresión de las emociones y de la amistad, pasa desapercibida normalmente. La comunicación y la expresión de los afectos con la gente que queremos es distinta”.
Las bromas, los juegos de palabras o las ironías son difíciles de asimilar para personas como Carmen. Las cosas solo tienen un significado, no hay más vueltas. Y esto, cuando se habla de amistad es precioso: “La palabra amistad la gente la aprecia con tres o cuatro definiciones. Cada uno tiene la suya. Para mí, sólo vale una y las demás no existen. Para nosotros, las definiciones solo tienen un significado. La amistad para nosotros solo significa eso, el conocer a una persona en profundidad. De esos solo hay uno o dos en la vida”.