Investigadores avisan a los que consumen agua embotellada: les piden que dejen hacerlo por esta sustancia
Un estudio publicado en la revista BMJ Global Health llama a “repensar” el consumo de agua en botella y desmontan una creencia bastante extendida
Madrid - Publicado el
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Cada año en España aumenta más y más el número de litros de agua embotellada que se venden, especialmente en algunas provincias en las que la creencia popular es la de que la que sale por el grifo es de peor calidad. De hecho, las cifras muestras que cada 12 meses el número de litros vendidos crece en un 2,5%, dejando este 2024 un total de 5.331 millones.
Y es que, según los números que arroja la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, el lugar de España donde más agua embotellada se consume es la ciudad autónoma de Melilla: 118 euros al año de media en los hogares. Al territorio al norte de África le siguen Canarias, Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares, todas regiones costeras.
No obstante, un estudio reciente de investigadores del centro médico Weill Cornell de Qatar, y que también cuenta con sede en Nueva York. Una investigación que se ha plasmado en la revista especializada en ciencia, BMJ Global Health, y que profundiza en los verdaderos efectos bajo el título 'Repensando el agua embotellada en el discurso de salud pública'.
Los efectos del agua embotellada
Eso sí, antes de profundizar en los resultados, la publicación matiza que casi 2.000.000.000 personas tienen acceso limitado a agua potable alrededor del mundo, y por ello no les queda otra opción que consumir la que va ya envasada, descartándolas de las recomendaciones de los investigadores. “Pero para el resto de nosotros, se trata en gran medida de una cuestión de comodidad y de la creencia inquebrantable de que el agua embotellada es más segura y a menudo más sana que el agua del grifo”.
Pero, según las conclusiones del 'paper' de la Weill Cornell, “esto no es así”. La investigación arroja algunas conclusiones como que entre el 10 y el 78% del agua embotellada en todo el mundo contiene algún tipo de contaminante, siendo los más comunes los microplásticos, ftalatos o besfenol A. Todos estos compuestos provienen directamente de la botella o el envase donde se comercializa el agua mineral.
La sustancia del envase
De acuerdo con los resultados de la investigación, los compuestos contaminantes tienen más posibilidades de fundirse con los envases si, además, las botellas permanecen almacenadas durante un largo período de tiempo o si, además, estás expuestas a temperaturas altas o al calor.
Existencia la creencia inquebrantable de que el agua embotellada es más segura, y no es así"
Autores de una investigación sobre el agua
No obstante, también hay argumentos en contra de consumir agua del grifo de forma habitual, especialmente por la concentración de patógenos como las pseudomonas, microbacterias no tuberculosas o incluso la legionella.
Según la AARP, asociación estadounidense sin ánimo de lucro y especializada en personas de edad avanzada, la presencia de estos patógenos representan un porcentaje significativo de las 120.000 hospitalizaciones y 7.000 muertes anuales por enfermedades transmitidas por el agua, de acuerdo a cifras del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
No obstante, el estudio del Weill Cornell insiste en que, en términos medioambientales, el agua del grifo es más recomendable que la envasada. “La dependencia del agua embotellada conlleva importantes costes sanitarios, económicos y medioambientales, lo que exige una reevaluación urgente de su uso generalizado”, concluyen.