Harry y Meghan se dan el “sí quiero” en la boda más esperada del año
El Príncipe Enrique, nieto de la Reina Isabel II, y Meghan Markle, han sido declarados marido y mujer por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby
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Desde que se anunció hace meses era el evento más esperado del año en Reino Unido. En el país las bodas reales se viven de otra manera y que se case el carismático Harry, uno de los nietos de la Reina Isabel II, prometía.
El enlace de los ya nombrados Sus Altezas Reales Duques de Sussex, Harry y Meghan, ha tenido lugar en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor ante 600 invitados. Una boda con toda la pompa necesaria que siempre aplica la familia real más conocida del mundo, pero mezclada con el toque norteamericano de espectacularidad y sentimiento de Markle.
Sin presencia de las casas reales europeas, los invitados al enlace, a parte de la inmensa familia de los Windsor, eran mayormente amigos, familiares y sobre todo famosos. Por el camino de entrada a la iglesia han pasado David Beckham y su esposa Victoria, Elton John, George Clooney o el elenco al completo de la serie Suits, la que hizo famosa en todo el mundo a la estadounidense Meghan Markle.
El toque de Meghan Markle se dejó notar en la escasa hora de ceremonia en la que se mezcló la tradición británica formada por un coro eclesiástico con el característico y espectacular coro de gospel “The Kingdom Choir”, llegado de Estados Unidos interpretando un increíble “Stand by me”.
La gran protagonista de la boda era ella. Una Meghan Markle que se enfundó un vestido blanco sencillo diseñado por Clare Waight Keller, de la casa Givenchy , minimalista, con escote de barco y flores de la Commonwealth bordadas a mano. Por supuesto, acompañado de un velo y una tiara que perteneció a la Reina Maria de Kent. Como era su deseo, accedió ella sola a la capilla para terminar siendo acompañada por su padrino de última hora, el príncipe Carlos de Inglaterra. Todo porque su padre Thomas Markle, no pudo acudir a la boda por un problema de salud. La que si estuvo presente, y muy emocionada, fue su madre.
Harry optó por un uniforme militar de Gran Etiqueta y llegó, 25 minutos antes de la hora de comienzo, la 1 del mediodía en España. Siempre acompañado de su hermano y gran confidente Williams, Duque de Cambridge.
A ambos se los vio emocionados y felices durante toda la ceremonia, donde se cuidaron hasta los más mínimos detalles. Por ejemplo, se sabía que la madre de Harry, la fallecida Lady Di, iba a estar muy presente y con toda su familia en la capilla, una de sus hermanas realizó una de las lecturas.
Tras el "sí quiero", dado a eso de la 13:30 hora española realizaron el tradicional recorrido por las principales arterias de la localidad de Windsor en un carruaje abierto Ascot Landau acompañado por unos 200 miembros de las Fuerzas Armadas británicas,. Antes, a la salida de la capilla, tuvo ligar el primer beso de la pareja ante la aclamación de las cientos de miles de personas que se arremolinaban en torno al castillo.
Por la tarde comenzó el almuerzo ofrecido por Isabel II a los 500 invitados VIP, en St. George Hall.
Tras un receso en la hora de la siesta, ya solo 200 privilegiados se han plantado en Frogmore House, dentro del recinto real de Windsor para disfrutar de una cena mucho más informal, que correará a cargo del príncipe Carlos.
La tarta nupcial, de frutas, la ha elaborado la dueña de la repostería Violet Bakery y el menú, está formado por diferentes canapés y platos que han sido realizados por un grupo de 25 chefs con productos sacados de las granjas y propiedas de la Reina Isabel II.
Una boda que ha costado, según los expertos, 36 millones de euros y ha generado un beneficio mucho mayor: de 1200 millones de euros. Además, ha movido a casi 100.000 personas, que se han acercado a esta pequeña ciudad. Como es habitual, el enlace ha sido un fenómeno a nivel mundial, retransmitida en más de 100 países y para la que se han acreditado más de 5.000 periodistas. Y como no, en las últimas semanas no han faltado los miles de suvenires que han poblado las tiendas a lo largo del país. Desde tazas, camisetas hasta delantales.