“Cada semana me peso en una lonja de pescado gracias a la ayuda de mi hermano”

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Baltasar Ozores cada lunes su hermano pequeño le lleva a pesarse a la lonja de pescado. La última vez la báscula subió hasta los 286 kilos, había bajado de peso pero sabe que tiene que seguir porque de ello depende su vida.

Tiene 47 años y sufre obesidad mórbida, cuando tiene un problema médico su familia de la localidad de Vilagarcía, en Pontevedra, llama a la policía y le llevan en coche de bomberos a un hospital donde según explica a COPE el propio Baltasar no tienen medios para atenderle, ni para hacerle pruebas.

“Ninguna prueba me pueden hacer, densitometría no quepo; no me pueden pesar; resonancia no quepo; pruebas de estómago tampoco porque no puedo estar más de dos minutos de pie” lo que hace imposible explorarle.

Su madre y sus hermanos son hoy por hoy sus principales apoyos. “Están preocupados claro” admite Baltasar pero confía en ir adelgazando y en poder ir cada semana a pesarse con la ayuda de su hermano a la lonja.

En su propia casa tiene una plataforma de peso válida hasta 250 kilos y no comprende que no las tengan los hospitales.

“No me pueden pesar y yo no entiendo cómo sí lo puedo hacer en una lonja de pescado o en un almacén de frutos. Mi plataforma de de hasta 250 kilos me costo 300 euros". ¿Qué pasa que el SERGAS no tiene 1.000 euros para comprar una de 400 kilos?

Faltan medios asegura y lo sigue afirmando a pesar de que esta declaración le ha supuesto más de un disgusto. También ha motivado que le contactasen desde la sanidad gallega. Toda ayuda es poca pero su única opción es adelgazar y se muestra dispuesto a colaborar.

Solo tiene buenas palabras para los médicos que lo atienden “el SERGAS conmigo se ha volcado, los médicos en los hospitales cercanos y en mi domicilio, conmigo se portan de 10 yo diría que de 20 pero llega un momento en el que no pueden hacer más”.

Y es que “no tienen sillas de ruedas adaptadas para llevarme por el hospital y no hay camas en las que no me clave los hierros” se lamenta. La última vez que le llevaron fue asegura, en enero, en la parte trasera de un camión de bomberos.

La obesidad mórbida va en aumento pero decrece la infantil. Según el estudio “Epidemiología de la Obesidad en España”, la obesidad mórbida ha crecido ligeramente en España donde afecta a casi el 1 por ciento de la población. En total 450.000 personas. Cada año se efectúan 6.000 operaciones de reducción de estómago pero miles de personas como Baltasar o Teófilo no pueden ser intervenidas por su exceso de peso.

También ha crecido la obesidad que afecta a dos de cada 10 españoles, al 21 por ciento de la población, pero los datos más recientes según explica a COPE el autor del estudio Javier Aranceta apuntan a una estabilización e incluso a un retroceso de la obesidad infantil más notoria en la etapa escolar.

Es cierto que no hay programas de atención a la obesidad en cada fase señala pero el sistema sí responde considera este experto en medicina preventiva y nutrición. La clave asegura es la prevención y también la detección precoz porque de lo que se trata es sobre todo de evitar casos drásticos donde las soluciones, en efecto, se complican.

Rutinas tan sencillas como andar 10.000 pasos al día pueden ayudar pero hay todo un apartado genético que es más difícil controlar.

Desde la Asociación Nacional de Personas Obesas piden un abordaje multidisciplinar de la obesidad desde sus primeras fases con endocrinos, nutricionistas, técnicos deportivos y psicólogos.

Su presidente Jesús Díaz nos cuenta que estamos viendo cómo “los hospitales no están preparados para lo que se les viene encima”.

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