¿Cómo afecta un boicot a la imagen o la financiación de un proyecto, marca o empresa?

Analizamos diversos casos y sus consecuencias con la ayuda de un experto

¿Cómo afecta un boicot a la imagen o la financiación de un proyecto, marca o empresa?

Silvia Martínez

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

La serie ‘Antidisturbios’ de Movistar Plus es “un thriller de acción” que se estrenó el pasado 16 de octubre. Trata la historia de un grupo de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), “que se ve trastocada después de un incidente en un desahucio”. Está siendo todo un éxito. Sin embargo, a la par que crece su repercusión, aumentan las voces críticas por parte de los principales sindicatos de policía. El motivo: alegan que el relato distorsiona la realidad de la vida y trabajo de los agentes, y deja en entredicho la imagen del cuerpo.

Por ejemplo, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) afirmó a través de un comunicado que “los personajes y su forma de actuar no tienen nada que ver con un profesional de la UIP”. Además, denunciaron que “se deja ver que los miembros de esta especialidad policial son personas poco fiables, con adicciones a drogas y alcohol, sin criterio, que intervienen poco menos que presas del pánico, con tendencia a la violencia gratuita”. Unas afirmaciones que según el sindicato son “falsas”.

La Confederación Española de Policía (CEP), también ha mostrado su desacuerdo con el relato de la serie a través de un tuit:

Una polémica en torno a una marca, plataforma o serie puede acabar muchas veces en un boicot. De momento, no ha sido el caso de ‘Antidisturbios’, pero en la última década encontramos algunos ejemplos. ¿Cómo puede afectar un boicot a la imagen o la financiación de un proyecto, marca o empresa? En COPE.es hemos recopilado algunos ejemplos.

STOP HATE FOR PROFIT

“No al odio por las ganancias” es la campaña convocada por la Liga Antidifamación de Estados Unidos para promover el boicot a las redes sociales frente a la “ineficacia” para erradicar el llamado “discurso del odio”. El detonante de este boicot fue la decisión de Facebook de no hacer nada frente a los polémicos mensajes del presidente estadounidense, Donald Trump, en redes.

Este movimiento está dirigido a anunciantes y no a usuarios, de manera que varias grandes firmas y anunciantes retiraron en cuestión de días la publicidad no solo de Facebook, sino también de otras páginas. Nombres como Starbucks, Nike, Adidas, Lego o Chanel son algunas de las hasta 900 marcas que han participado del boicot publicitario.

Según Alfonso Méndiz, catedrático de Publicidad en UIC Barcelona y decano de la Facultad de Ciencias de Comunicación, “un boicot es efectivo cuando reúne dos razones”. Primero, cuando el que lo realiza tiene “una razón poderosa” contra el objeto de dicho boicot, como por ejemplo “cuando atenta contra algún derecho fundamental o un punto clave como son las creencias de las personas”. El segundo es “haya un respaldo popular e inmediato” a la acción de boicotear el producto o marca. Y el resultado de ésta acción de protesta no es solo económico, sino que “está en juego algo más importante” que es “la reputación”.

En el caso de Facebook, “tiene su economía muy saneada y puede resistir” a que las marcas hayan retirado su publicidad. Eso sí, Méndiz advierte de que, “si esto sigue” y no hace un cambio para “limpiar anuncios” y “filtrar sus contenidos”, Facebook puede acabar viéndose dañado porque las marcas “no quieran mezclarse con el clima de agitación que a veces se ve en sus redes”.

LA NORIA

Otro ejemplo de boicot es el caso del programa de televisión ‘La Noria’. Producido por La Fábrica de la Tele, se emitió desde 2007 a 2012. Pero la polémica generada por la entrevista a Rosalía García, madre del presunto asesino de Marta del Castillo llamado popularmente “El Cuco”, generó una cascada de retiradas por parte de los anunciantes del programa. El periodista Pablo Herreros pidió a través de su blog a las marcas que dejaran de prestar su apoyo económico a la producción, ya que se especulaba que la entrevistada habría cobrado cerca de 10.000 euros por su aparición. Este mensaje generó que incluso muchos espectadores se sumaran a la protesta mediante las redes sociales.

Alfonso Méndiz recuerda que las marcas que retiraron su publicidad eran “sobre todo ligadas al consumo familiar”. Además, destaca que hicieron algo “que ni hizo La Noria ni la cadena”, que fue “pedir perdón”. El impacto que supuso el boicot y la polémica hizo convirtió en “inviable” al programa: “Un programa tan costoso no podía subsistir con una reputación que impedía que en un futuro pudiesen ir marcas. Es un claro ejemplo de cómo el boicot afecta de manera inmediata a la recaudación, pero el daño tan importante para la imagen hizo ver que ese programa no podía volver”.

PATRIA

El cartel promocional de la serie ‘Patria’ de HBO, y basada en la exitosa novela de Fernando Aramburu, mostraba dos imágenes: a la izquierda, una mujer en la calle abrazando el cuerpo de su marido, víctima de la banda terrorista ETA. A la derecha, un sospechoso desnudo, tirado en el suelo, tras ser torturado. Una suerte de equiparación entre víctima y presunto asesino que generó un importante revuelo en redes sociales y la llamada a suscriptores para darse de baja de la plataforma.

El canal de distribución alegó que “la imagen de promoción de Patria pretende reflejar cómo la violencia y el sufrimiento afecta a toda una sociedad”, según fuentes de la empresa en declaraciones a Europa Press. Mientras, otros como el presentador de televisión Pedro García Aguado subía una captura a Twitter de la cancelación de su suscripción.

Puesto que Mediaset es productora de la serie de HBO, Telecinco emitió solo el primer capítulo con un 10,8 de share. Una decisión que, para el catedrático Alfonso Méndiz, fue un acierto, porque continuar con su emisión “era multiplicar el daño a su reputación”.

En este sentido, explica que muchas veces cuando se producen polémicas de este tipo, a lo que se ataca muchas veces “no es a la productora, sino al canal de distribución”, es decir, a la empresa que es la plataforma o a la cadena televisiva que ponga un programa. “Le hacen responsable”, concluye.

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