Cómo el incendio de Guadalajara hace 17 años cambió para siempre la forma de luchar contra el fuego
11 personas murieron y 13.000 hectáreas fueran arrasadas en uno los incendios más violentos de nuestra historia reciente
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente de Castilla La-Mancha, Emiliano García-Page hace sólo unas semans enviaba un emotivo recuerdo a las víctimas de uno de los incendios más violentos que se recuerdan, no sólo en la historia de la comunidad autónoma, también en la del país. “Hoy es un día para la memoria, para recordar a todas esas personas que arriesgan su vida en un incendio”, escribía el líder regional en su cuenta personal de las redes sociales.
Un fuego que se llevó por delante la vida de 11 personas, casi el total de los integrantes del retén de Cogolludo, que murieron intento apagar el incendio de Riba de Saelices. También los recordaba el Infocam: “A día de hoy, las personas que conformamos Plan Infocam de Castilla-La Mancha los seguimos teniendo muy presentes. A ellos, a sus seres queridos y a todas las personas que han perecido protegiendo el patrimonio natural”.
Una tragedia por dos barbacoas
El 16 de julio de 2005 un grupo de personas procedentes de Madrid y que habían decidido ir de excursión a las Cuevas de Casares encendieron dos barbacoas en un área recreativa para pararse a comer. La mala suerte quiso que una chispa del fuego fuese a parar a un rastrojo de un campo adyacente. El calor y el viento ayudaron a que las llamas se avivasen hasta el punto de llegar hasta el Valle de los Milagros, una reserva natural, donde dio comienzo un horror que duró casi un mes.
La lengua de fuego arrasaba las copas de los pinos a una velocidad vertiginosa y equivalente a 200 metros de largo cada medio minuto. En sólo unas horas hasta tres pueblos completos tuvieron que ser desalojados ante la amenaza de que el incendio acabara también con las viviendas. La respuesta más inmediata fue enviar un helicóptero y un retén, mientras que el Ministerio de Medioambiente envió a dos hidroaviones, uno de ellos ni siquiera puedo operar porque tuvo que desplazarse a otro foco en Aragón. Si por algo se caracterizó la respuesta de medios fue por la descoordinación, la falta de contundencia y la inexperiencia, hasta que llegó la tragedia.
El horror que cambió cómo España se enfrenta a los fuegos
David Nuevo, uno de los integrantes de los cinco retenes recuerdaba hace unos años en La Sexta lo que de verdad significaba formar parte del equipo de respuesta a incendios en verano: “Ingresar a los retenes de incendios nos lo tomábamos como un trabajo de verano, estábamos acostumbrados a quitar rastrojos, a algunos conatos, los incendios de 200 hectáreas ya era lo más de lo más”, explicaba en una entrevista. Pero, más allá del sacrificio y del terreno perdido, la tragedia afectó a David de manera muy diferente.
La pareja de David, Mercedes, formaba parte del retén de Cogolludo, compuesto por 12 personas, y encargado de proteger Santa María del Espino. Alberto Cemillán, Jesús Jubrias, José Ródenas, Manuel Mantecas, Mercedes Vives, Sergio Casado, Marcos Martínez, Jorge César Martínez, Luis Solano, Julio Ramos y Pedro Almansailla, jefe del retén, se pusieron en marcha hasta el cerro de Otero, donde las llamas le sorprendieron y fallecieron todos, a excepción de Jesús Abad, un funcionario que les había acompañado con un camión autobomba.
Una desgracia que se convirtió en un elemento pivotal en la lucha contra el fuego. Uno de los primeros cambios desde aquel 16 de julio de 2005 fue implantar la prohibición de hacer fuegos al aire libre en los meses de mayor riesgo de incendio. Así, barbacoas como las que originaron las llamas en Gualajara nunca podrían realizarse en la actualidad. El segundo paso fue poner sobre la mesa fue trabajar en la prevención de estos incendios, así como crear instrumentos para dar una respuesta más coordinada a las catñastrofes naturales. De ahí la idea de crear la Unidad Militar de Emergencia (UME), derivada de las Fuerzas Armadas y que tanto peso ha tenido en la coordinación de la lucha contra la pandemia del Covid-19 en 2020.