Cree que tiene resaca y termina paralítica y en coma: Así es el peligroso síndrome Guillain-Barré

Tras una noche de fiesta, Rachael empezó a sentir un cosquilleo en los dedos de los pies y en la espalda, sin esperar que acabaría en un coma inducido

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Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Rachael estaba bailando con sus amigas una noche de fin de semana cuando, de repente, empezó a sentir un curioso cosquilleo en los dedos de los pies y las “piernas pesaban un montón”. “Creía que los tacones nuevos me estaban matando las piernas, eso fue todo”. Sin embargo, apenas unos días después, la joven terminó ingresada de urgencia en el hospital: había perdido completamente la movilidad en las piernas y los médicos tenían que tomar una decisión drástica. Rachael Bailey tenía que entrar en un coma inducido y, todo ello, a causa del conocido como el síndrome Guillain-Barré, una enfermedad rara pero que puede resultar extremadamente peligrosa si no se actúa con rapidez.

Rachel pensaba que se trataba de una simple resaca, pero terminó resultado un síndrome que afecta a 2 de cada 100.000 personas. Ahora, 6 años después del incidente, la joven sigue viva tras el fatal incidente, pero su vida ha dado un giro de 180 grados para siempre. Un relato que ha contado a través del canal del Hospital Universitario de Nottingham, que ha recogido el diario británico Daily Mail, y donde ha revelado cómo se sintió, tras despertarse.

Una resaca fatal

En 2014, Rachael tenía 19 años y era estudiante en la universidad, donde cursaba el grado doble en criminología y psicología. Una noche salió a divertirse con sus amigas y empezó a sentir un hormigueo en los dedos de los pies y una pesadez tremenda en las piernas. Lo achacó a “haber bailado mucho”. Al día siguiente, el mismo hormigueo se le trasladó a la espalda y, en este caso, pensó que todo era producto del cansancio físico y la resaca.

Sin embargo, al segundo día, Rachael se despertó con la sorpresa de que no podía mover las piernas. Los médicos le diagnosticaron el síndrome Guillain-Barré y, a los tres días, pasó a necesitar de respiración artificial. Finalmente la joven entró en un coma inducido que duró dos meses completos y tras el que necesitó 72 días de rehabilitación. “Recuerdo despertarme furiosa porque mi vida me la habían arrebatado”.

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El síndrome Guillain-Barré

Y es que el síndrome Guillain-Barré se detecta en 2 de cada 100.000 personas y consiste en un trastorno por el que el sistema inmunitario ataca directamente los nervios del cuerpo. La peculiaridad de este síndrome es la rapidez con la que se propaga a lo largo del cuerpo teniendo, en la mayoría de los casos, que ser necesario el ingreso hospitalario de urgencia. En cualquier caso, se trata de una enfermedad que puede llegar a avisar con síntomas previos como una gripe o una infección respiratoria.

A pesar de la gravedad del síndrome durante los días posteriores a que se manifieste, se trata de un trastorno que rara vez se vuelve permanente, sino que con tratamiento puede prolongarse apenas unos meses, como en el caso de Rachael. Eso sí, puede dejar secuelas como entumecimiento o fatiga.

Una experiencia que cambió a la joven para siempre

Rachael Bailey sobrevivió al incidente y tomó una drástica decisión inspirada por los enfermeros que la atendieron: cambiaría su carrera en criminología por fisioterapia. Esta semana, 6 años después de que le diagnosticaran el síndrome, la joven se ha graduado del título como primera de su clase. “El primer año fue una auténtica pesadilla, odié cada momento. Todo lo que había planeado se truncó y me sentí perdida. Pero también fue lo mejor que me ha pasado, porque por ello soy ahora quien soy”, confiesa Rachael en una entrevista.

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He trabajado tan duro, ha sido tan doloroso, pero estoy muy orgullosa de mí misma. Nunca había sentido tanto dolor o ira como sentí entonces, pero me dio un nuevo propósito. No puedo esperar para empezar un nuevo capítulo de mi vida y ayudar a otros como lo hicieron conmigo”, concluye ante las cámaras en una promesa que es todo un ejemplo de superación.