La cuarta ola se convierte en una meseta gracias a la vacunación, pero con la presión hospitalaria al alza
Los últimos indicadores del Ministerio de Sanidad parecen evidenciar una fase de estabilidad en España
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La amenaza de una cuarta ola parece estabilizarse. Los últimos informes e indicadores epidemiológicos evidencian una meseta, en la que no hay un descenso generalizado de la curva pero tampoco una inclinación elevada. Si bien es cierto que la incidencia acumulada está en fase de crecimiento, eso sí, paulatino (este viernes es de 235,51 casos por 100.000 habitantes), todavía no sirve para incluir a España en la fase de riesgo extremo. Sí se encuentran en esta fase, por encima de los 250 casos establecidos para considerar una región de riesgo extremo, siete comunidades y las dos ciudades autónomas.
Si bien es cierto que los contagios no remiten, el número de fallecidos sí parece haberse reducido en las últimas semanas. Según el informe publicado este viernes por el Ministerio de Sanidad, España acumula un total de 77.591 fallecidos desde que comenzó la pandemia, con 95 decesos en el último día. Con respecto al número de contagios, desde el pasado jueves se han notificado 11.731 nuevos positivos, lo cual eleva la cifra a 3.468.617 afectados por el virus desde la llegada de la covid-19 a España. En cualquier caso, la situación como ya venimos diciendo, parece estar relativamente estabilizada y lo que parecía que iba a ser una cuarta ola, basándonos en las cifras oficiales, parece que ha terminado por convertirse en una fase de estabilización que se ha detenido ante el avance de la campaña de vacunación.
Preocupa la presión hospitalaria
Los contagios y los fallecidos por coronavirus parecen remitir. La incidencia acumulada, a pesar de estar al alza, no está creciendo de forma exponencial como si lo hizo durante el mes de enero y febrero. No obstante, sí preocupa la ocupación hospitalaria, que aunque se eleva paulatinamente, sigue aumentando.
Este viernes son 9.989 personas las que están hospitalizadas por covid-19, lo cual supone una ocupación de camas del 7,93 por ciento a nivel nacional. Del total de pacientes, un total de 2.297 están ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos por complicaciones o el agravamiento de la enfermedad, con una ocupación del 22,80 por ciento. Un dato destacable es, sin embargo, que ninguna comunidad en todo el país supera el 50 por ciento.
Cuando concluyó la Semana Santa, saltaron todas las alertas y los sanitarios esperaban un aluvión de enfermos con este tipo de patologías. No obstante, no se ha disparado como podían evidenciar, a priori, los informes. No obstante, todos los expertos apuntan a la precaución, ya que todavía no está controlada la transmisión comunitaria y la ocupación de las UCI, si bien no escala de forma acelerada, sí parece marcar una tendencia ascendente. Sea como sea, la estrategia de vacunación parece estar siendo el último escudo, junto a las medidas restrictivas impuestas por las comunidades autónomas, que han servido para controlar, al menos por ahora, la cuarta ola.
El último escudo contra la pandemia: la vacunación
Con todos los indicadores sobre la mesa, y a la vista de que los datos han parecido estabilizarse de forma relativa, la llegada de una cuarta ola podría haberse convertido, como ya ha asegurado el director del CCAES, Fernando Simón, en una "olita". En varias ocasiones, uno de los rostros visibles al frente de la pandemia ha utilizado el diminutivo para transmitir que la perspectiva del conjunto del país, a corto y largo plazo, no terminaba de empeorar.
Por ello, y como ocurre desde el pasado 27 de diciembre que comenzó oficialmente la vacunación contra la covid-19 en España, las esperanzas para erradicar la pandemia se alojan en la llegada de dosis y la vacunación masiva. A día de hoy, nuestro país ha recibido casi quince millones y medio de dosis de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen. Recordamos que la última, de una sola dosis, se ha comenzado a incoular este mismo viernes.
Ya son 10.405.863 personas las que han recibido al menos una dosis en España (un 21,9 por ciento de la población) y 3.862.789 han recibido la pauta completa (8,1 por ciento). Unos datos que muchos expertos observan con cierto optimismo y que de seguir este ritmo de inoculación, podría servir para detener una nueva ola de la pandemia y convertirla así en esa "olita" de la que tantas veces ha hablado Fernando Simón.