El dueño de un bar de Toledo alucina con el motivo por el que ha recibido una mala reseña: "Querida Antonia"

El establecimiento en cuestión ha respondido a la autora de esta reseña

El dueño de un bar responde a la reseña de un usuario de Google: "Te invitamos a que vengas"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Las

se han convertido en el altavoz de todo tipo de historias, buenas, malas, regulares.

Pero las situaciones que se encuentran detrás de cada

han hecho que se

en las

En esta ocasión, un usuario ha

una

con una

, en un local en el que no había estado. La reseña comenzaba así: "No he estado No puedo decir nada de ello solo pasé de pasada".

Ante esta valoración el encargado del local, decidió responder a su reseña: "Querida Antonia. Te invitamos a que vengas y puedas redactar una reseña con criterio". El comentario continuó: "En lugar de poner una mala puntuación, haciendo daño gratuito, sin ni siquiera haber estado en nuestro establecimiento".

Te preguntarás ¿y qué ocurrió después? el usuario @soycamarero publicó a través de Twitter esta situación tan peculiar. Ya que un usuario sin haber pasado al local, decidió dejar una mala reseña. Un tuit que ha conseguido más de 500 'likes' y más de 40 retuits. Además, en este caso han sido muchos los usuarios que han decidido comentar esta situación.

En primer lugar, algunos han contemplado que la mujer desconoce el funcionamiento de las reseñas. Aunque, una amplia mayoría de las respuestas han propuesto un cambio a la hora de dejar valoraciones de Google, proponiendo que se aporten pruebas.

El dueño de un bar responde a la reseña de un usuario de Google: Te invitamos a que vengas

"Lo de las

me parece una salvajada. Así, sin más, sin presentar

de

o sin haber estado ahí. Habría que exigir más datos a la hora de 'reseñar', ya sea para bien o para mal". O "para poder dejar reseña habría que aportar el ticket del establecimiento". Pero también ha obtenido

divertidos como "los reyes no le traerán ni

porque cuando la vean pasarán de pasada como ella".

El dueño de un bar de Valencia responde la reseña de un cliente

"Comida de otro local ¿sí, no o depende?" Con esta pregunta ha arrancado la cuenta @soycamarero en Twitter el debate sobre consumir alimentos de otros lugares en la mesa de un restaurante diferente al que nos encontramos. Todo empezaba con la reseña del cliente de un bar que se quejaba de que le habían llamado la atención tras comer pizza de un establecimiento y comérselo en la mesa de otro bar.

"No pongo 0 estrellas porque no se puede. Nos sentamos a tomar unas cervezas, durante la tarde mis

quieren pizza casera del local de al lado. Mientras los

tomamos unas cervezas los chiquillos quieren una pizza", explica. Lo

viene cuando dice que el camarero les llamó la atención.

"Le explico que los

querían una

y a pesar que no pone en ningún sitio que no se puede consumir comida de otro local nos

que nos la comamos en el

de al lado".

El cliente trata de explicarle la situación y le comenta que es de mala educación llamarnos la atención de ese modo. Además, indica que lo comentarán en redes.

"Total casi 12 euros por cuatro cervezas y un agua y encima haciéndote sentir un delincuente por hacerle gasto y pedirle una pizza en el bar de al lado aunque ellos no la sirvan. Unos sinvergüenzas y maleducados, no volveremos. No se os ocurra pedirles el piscolabil al local de al lado, igual os crucifican. No volveremos nunca", concluye.

El dueño de un bar responde a la reseña de un usuario de Google: Te invitamos a que vengas

Poco tiempo después, el propietario del restaurante ubicado en Valencia les responde mientras la tensión crece por momentos. "Amable ex cliente, no nos sorprende nada su reseña puesto que ya habíamos entendido el tiempo de persona y hablo solamente de usted porque las demás personas de vuestra mesa entendieron la situación. El nuestro es un restobar o sea que servimos comida, (tenía una pizarra enorme enfrente de su mesa con la carta)", replicaba. Además, añadía que "hay diferencia entre unos trozos de pizza para los niños (que siempre aceptamos por supuesto) y una pizza entera en la mesa y que todos coman comprendidos los mayores. La educación es preguntar como debido, respetar sin atacar el camarero que os comenta amablemente, entablar una conversación sin poner las manos ni interrumpir continuamente".

La respuesta no acaba ahí y asegura que "los precios también son clarísimos y no creemos que 2,20 euros para un doble de cerveza tostada sea mucho, nos parece ridículo la verdad. Nuestra amabilidad ha sido contestada por la actitud más básica y maleducada que puede haber. Enhorabuena y hasta nunca". Y, en el posdata concluye de manera contundente: "gracias por dejar toda la basura en la mesa y en el suelo al iros".