La mala salud acompaña a los mayores de 65 años en España

Se estanca así, la cifra de años vividos con buena salud de los mayores en nuestro país al superar los 65 años, especialmente los hombres

Se estanca la esperanza de vida libre de enfermedad en España

Agencia EFE

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La esperanza de vida libre de enfermedad a los 65 años se estanca en España, según un estudio que este miércoles publican investigadoras del Centro de Estudios Demográficos en la Universidad Autónoma de Barcelona (CED-UAB).

Según el estudio, que publica la revista Perspectivas Demográficas y que analiza datos de antes de la pandemia, la mala salud acompaña el aumento de esperanza de vida a los 65 años, especialmente en los hombres, que suman años de vida, pero restan años de vida libre de enfermedad.

Aunque los hombres han ganado 1,3 años de vida en España, han perdido 0,4 libres de enfermedad, mientras que, por el contrario, las mujeres han aumentado la esperanza de vida en 1,4 años y han ganado 0,3 años libres de enfermedad.

Estos resultados explicarían la mayor mortalidad masculina por covid-19, a pesar de que las mujeres están más expuestas a la infección por la feminización de los trabajos de cuidados y la propia vejez.

El estudio reflexiona sobre la evolución de la esperanza de vida en los mayores de 65 años y los años de vida libre de enfermedad justo antes de la pandemia.

En 2019, la esperanza de vida al nacer en España se encontraba entre las más altas del mundo, con 80,9 años para los hombres y 86,2 años para las mujeres.

"El impacto de la covid-19 ha supuesto un parón en el aumento continuado que se venía observando, aunque se espera que este efecto depresivo sea coyuntural", han explicado las autoras del estudio, Pilar Zueras y Elisenda Rentería, del CED-UAB y el Institute for Social and Economic Research en la Unverity of Essex (ISER-Essex), respectivamente.

El estudio, que analiza los datos sobre salud y mortalidad del Instituto Nacional de Estadística de 2006, 2012 y 2017, muestra que el crecimiento progresivo desde 2006 de la esperanza de vida a los 65 años no ha ido acompañado de un aumento de los años vividos sin enfermedades.

Las autoras examinan las principales causas de mortalidad y carga de enfermedad y discapacidad para estimar la evolución de la esperanza de vida con y sin enfermedad a los 65 años entre hombres y mujeres.

Muchas de estas enfermedades son, además, factores de riesgo asociados a la gravedad e ingreso hospitalario en caso de COVID-19.

Entre las condiciones de salud consideradas, las más prevalentes son hipertensión, dolor de espalda crónico, diabetes, enfermedades del corazón y enfermedad obstructiva pulmonar crónica (EPOC).

Las investigadoras concluyen que "reducir el tiempo que vivimos con enfermedad debe ser un objetivo prioritario del sistema de salud los próximos años" y explican que el alargamiento de la esperanza de vida en edades avanzadas debe ir acompañado de años de vida libres de enfermedad.

Según las autoras, "las mejoras de la sanidad se han centrado más en resolver casos más agudos, más cercanos a la muerte, lo que conlleva una mejora en la supervivencia, y un aumento del número de personas que viven enfermedades o problemas de salud".

El estudio recuerda que las enfermedades crónicas son "un fuerte determinante de la calidad de vida" y están relacionadas con muchos problemas de salud, aumentan el riesgo de morir más joven y definen las necesidades sanitarias de la población, determinando el nivel de uso y el tipo de intervenciones de los servicios de salud.

Según el estudio, entre 2006 y 2017, la esperanza de vida a los 65 años creció de 17,7 a 19,1 años para los hombres y de 21,7 a 23 años para las mujeres, pero esta ganancia de años de vida no necesariamente ha ido acompañada de años en buena salud.

Mientras los hombres han ganado 1,3 años de vida, han perdido 0,4 años libres de enfermedad, y las mujeres han aumentado su esperanza de vida en 1,4 años e incrementado en 0,3 los años libres de enfermedad, y el estancamiento en la mejora de los años vividos en buena salud ha sido más pronunciado entre 2012 y 2017.

El trabajo revela que el impacto y la evolución de las enfermedades no ha sido igual para hombres y mujeres, porque ellas tienen una esperanza de vida superior a los hombres, pero también viven más años en mala salud durante todo el periodo.