EFECTOS SECUNDARIOS

¿La medicación que tomas puede hacer peligrar tu carné de conducir?

Una asociación de policías locales ha pedido en las últimas semanas evaluar la medicación del conductor para renovar su permiso de conducir. En España, 6 de los 15 fármacos más consumidos tienen efectos adversos para coger el volante

¿La medicación que tomas puede hacer peligrar tu carné de conducir?

Miguel Palazón

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Hace unas semanas la Unión de Jefes y Directivos de la Policía Local proponía evaluar la medicación del conductor para renovar el permiso. Y es que en España hemos conseguido tener interiorizado (al menos en gran parte de los casos o más que hace unos años) que no se debe tomar alcohol ni drogas antes de conducir, que debemos ponernos siempre el cinturón o que, si vamos en moto, debemos llevar casco. Pero, ¿qué pasa con los medicamentos?

El año 2017 las farmacias de nuestro país expedieron más de 1690 millones de medicinas. Nos medicamos mucho, y sobre todo, lo hacemos con principios activos que afectan de una u otra manera al sistema nervioso. Y algo que todos sabemos es que los nervios, o la ausencia de ellos al volante pueden suponer un peligro no solo para nosotros, sino para los demás conductores.

En este sentido, la Dirección General de Tráfico publicó en 2016 toda una relación de los principios activos presentes en los medicamentos más vendidos en España y su relación con la conducción. También la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios tiene en su página web todo un catálogo de los fármacos que incorporan el pictograma de precaución para conducir, vigente desde 2010.

Analizando los medicamentos más consumidos en España, 6 de los 15 más vendidos tienen principios activos que pueden afectar al conductor. Tres son benzodiacepinas, utilizados principalmente para la ansiedad y el insomnio. El resto son dos analgésicos y la metformina, para tratar la diabetes. Estos pueden ser sus efectos adversos:

Metamizol: analgésico, antipirético y espasmolítico utilizado para dolores fuertes y fiebre. En dosis altas afecta a la capacidad de concentración y reacción. El peligro es doble, porque no son habituales estos efectos secundarios en este tipo de fármacos.

Tramadol: es un analgésico opioide. Su prospecto es claro: "puede disminuir la capacidad mental y/o física necesaria para realizar tareas potencialmente necesarias (por ejemplo: conducir un coche o utilizar máquinas) especialmente al inicio del tratamiento, tras un aumento de la dosis o un cambio de su formulación". Nada más que añadir.

Lorazepam: Es un ansiolítico, amnésico, sedante, anticonvulsivo y relajante muscular muy consumido en España. Parece obvio, pero conducir bajo sus efectos puede ser peligroso.

Alprazolam: trata la ansiedad, el estrés o los accesos de pánico, y reduce la capacidad de reacción y aumenta la somnolencia.

Lormetazepam: sus efectos son similares a los dos anteriores ansiolíticos. También es anticonvulsivo, sedante, relajante muscular y, por si fuera poco, produce amnesia anterógrada, es decir: la incapacidad para recordar hechos recientes.

Metformina: medicamento muy consumido para combatir la diabetes. Combinado con otros fármacos puede producir hipoglucemia, lo que a su vez puede provocar un 'bajón' de azúcar y sus efectos: visión borrosa, confusión...