Los expertos advierten qué hacer para no contagiarte del gusano pulmonar de la rata: cuidado con la comida

Expertos consultados por COPE explican la doble prevención que hay que tener en cuenta si no te quieres contagiar del gusano pulmonar que puede producir una grave meningitis

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En Valencia han detectado en varias ratas un gusano pulmonar llamado Angiostrongylus cantonensis, que es capaz de causar un tipo grave de meningitis. Este nombre se debe a la ciudad China, Cantón, donde se detectó por primera vez en los años 30 del siglo pasado, concretamente en 1935. Estamos hablando de un parásito, casi desconocido, que se encuentra en el tejido pulmonar en los roedores, y que ha sido ya identificado en algunos casos en esta ciudad española. Ahora bien, la pregunta a responder es clara: '¿Puede contagiar a humanos?' Sí. Además, lo peor de todo es que ese contagio puede ser grave, porque ese parásito en las personas podría llegar a desarrollar cuadros de meningitis.

¿Cómo evitar el contagio?

El peligro está en que este gusano puede contagiarnos, colarse en nuestro cerebro y causarnos meningitis muy graves. Cabe destacar que la infección es a través de la vía alimentaria, por la ingesta, a causa de ciertos alimentos procedentes de animales que están mal cocinados. Pero también en aquellos, como por ejemplo los caracoles, que están parasitados crudos o poco hechos, así como también por verduras que se consumen crudas en ensaladas y que están contaminadas con la baba del caracol con la larva infectiva. Pero, ¿cómo podemos evitar el contagio? Según los expertos consultados por COPE, han explicado que hay que tener en cuenta es una doble prevención: lavar mucho las verduras que se ingieran crudas -porque si han estado en contacto con un roedor infectado podemos contagiarnos-, así como también hervir antes de ingerir moluscos de tierra.

"Se trata de un parásito emergente, que está en expansión y al que hay que tener en cuenta", explica María Teresa Galán, catedrática del grupo de Parásitos y Salud de la Universidad de Valencia, líder de la investigación -en la que también ha participado la Universidad de Granada (UGR)- que recientemente ha detectado al parásito en dos especies diferentes de ratas en la ciudad de Valencia. El gusano se ha identificado, concretamente, en ratas de alcantarilla (las Rattus norvegicus) -un animal habitual en entornos urbanos-, y en la rata negra (las Rattus rattus), más frecuentes en el medio rural.

El hallazgo se ha realizado tras estudiar a 90 ejemplares de ambas especies. Aquí, los investigadores hallaron el parásito en un 9% de ellos, tanto en animales de la ciudad, como en los ejemplares que se localizaron en zona de huerta, lo que sugiere una "amplia distribución", tal y como señalan en la revista Emerging Infectious Diseases.

"Las ratas son el hospedador definitivo del parásito. Y creemos que la introducción del parásito se produce junto a sus hospedadores naturales, que han sido capaces de distribuirse por todo el mundo a través del tráfico marítimo, en los barcos", explicaba Galán. Este parásito también se ha detectado en otras regiones, como el Caribe, la India, Sudamérica, el sur de EEUU o algunos enclaves en el continente africano. "En la mayoría de las ocasiones, la infección se resuelve por sí sola, aunque se han documentado casos de muertes", advertía María Teresa Galán.

Hasta la fecha, los casos humanos de ME detectados en Europa son importados de países endémicos. Con este hallazgo, además de tomar las medidas profilácticas idóneas para evitar la infección, este gusano tiene que incluirse en el diagnóstico diferencial en pacientes con síntomas clínicos compatibles con la infección parasitaria, como cefalea intensa, tortícolis, náuseas o vómitos, con o sin historial de viajes a otros países endémicos.

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