El motivo por el cuál algunas empresas ya no quieren el teletrabajo a tiempo completo

Durante este último año, el trabajo remoto se ha instalado como una alternativa, pero ahora se duda sobre si implantarlo de forma permanente sea buena opción

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David Ferreiro

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En marzo del año pasado gran parte de la población española se vio recluída en sus domicilios. Ante la imposibilidad a la hora de poder salir a la calle, las empresas y los trabajadores se las tuvieron que ingeniar para que el impacto de la covid en la vida laboral fuera el menor posible.

Bajo esta premisa, muchas organizaciones decidieron optar por el teletrabajo, una opción viable y que además partía con ciertas ventajas tanto para los empleados como para las propias corporaciones.

Así, mientras desde las grandes agrupaciones de Silicon Valley defendían hace un año el trabajo remoto, ahora algunas como Amazon, Google o Twitter parecen haber reculado. O al menos, matizado sus palabras, según cómo se han posicionado públicamente sobre este asunto en los últimos meses.

Y es que ahora, las grandes multinacionales parecen apostar más por un modelo de trabajo híbrido o flexible, que combine el trabajo en la oficina con el que se hace desde casa, alternando ambos lugares en vez de apostarlo todo por un equipo reducido presencial y el resto de empleados desde sus hogares.

Las dudas

Esta rectificación viene motivada por las dudas de las compañías en cuanto a si el modelo basado en el trabajo telemático funciona y a qué nivel. Es decir, aunque en la situación pandémica actual sea una buena alternativa, sobre todo en los casos en los que no hay más remedio que quedarse en casa, todavía está por evaluar si lo hará también el día de mañana.

Al menos, si funcionará de la misma manera y con la misma eficiencia que en el modelo del trabajo en oficina al que estábamos acostumbrados. De igual modo, el trabajo remoto o hasta el híbrido se enfrentan a varias consecuencias que podrían ser visibles en el largo plazo.

Por ejemplo, con el trabajo remoto es mucho más complicado conseguir cierta implicación con la empresa, así como desarrollar relaciones laborales entre compañeros de profesión o generar un sentimiento de pertenencia a una empresa concreta. Esto es porque, en parte, el teletrabajo es más frío por la propia naturaleza de los seres humanos.

Otra de las problemáticas con las que se enfrentan este tipo de modelos es el de gestionar un equipo que no está de forma presencial, o incluso a uno que tiene la mitad de sus trabajadores en casa mientras se debe atender a aquellos que están en las oficinas. Las reuniones de trabajo, por ejemplo, pueden volverse más engorrosas que útiles.

Otro de los conflictos que pueden surgir de este tipo de modelos es el cómo mejorar profesionalmente y escalar en una empresa, con todo lo que esto conlleva a nivel de asumir responsabilidades y demás, estando desde una oficina virtual. Es mucho más complicado.

Términos ambiguos

Del mismo modo, y a pesar de que estas empresas fomenten ahora un modelo híbrido que le ofrezca a los trabajadores las ventajas de ambas alternativas, como la conciliación familiar, la desconexión con el ámbito laboral o las posibilidades en cuanto acceder a puestos en otras zonas geográficas, por el momento este no está del todo claro.

Empresas como Microsoft creen que la mejor opción será trabajar desde casa parte del tiempo, aunque menos de la mitad. Esto abre un abanico muy amplio, sin especificar un tiempo determinado. Menos de la mitad pueden ser un par de horas o el 40% del tiempo. La cosa cambia notablemente.

Otras como Amazon no descartan la implantación de este nuevo modelo de trabajo, pero apuestan claramente por la vuelta a las oficinas cuando sea posible. En el lado opuesto, encontramos a Spotify, que da una mayor libertad a sus empleados para que sean ellos mismos los que decidan qué modelo prefieren, si uno presencial, online o híbrido.

Dudas y cuestiones que se irán resolviendo en los próximos meses, probando la eficiencia de cada modelo hasta dar con el acertado. Aunque eso sí, parece que el teletrabajo ha llegado para quedarse, pero no para asentarse como la opción preferencial.