La perfecta maniobra de un avión del Ejército extinguiendo un incendio en Salamanca
Un tuit del Ejército de Aire ha hecho visible el magno esfuerzo de los héroes que pilotan los aviones que ayudan a apagar los incendios
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Para cosas como esta faltan palabras de profundo agradecimiento. Porque mientras unos se dedican a incendiar y poner en riesgo el medio ambiente y a las personas que viven cerca, otros tienen que trabajar para evitar que ese riesgo se materialice.
Hablamos, cómo no, de los héroes que trabajan incansablemente para extinguir los incendios que asolan nuestra geografía. Provocados por un rayo o por insensatos, ellos no diferencian: sin dudarlo se suben a un camión de bomberos, a un helicóptero o a un avión y hacen todo lo que está en su mano para apagar las llamas.
Una muestra de ello nos llega desde el Ejército de Aire. Su cuenta oficial en Twitter ha capturado con precisión el increíble momento en que el 43 Grupo hace una pasada a muy pocos metros del suelo para que el agua acierte de lleno donde debe. Resultado: una perfecta ejecución digna del mejor adiestramiento.
“Precisión total. En #Zamora un #Apagafuegos operado por el #43Grupo desde la #BAMatacán #Salamanca lanza más de 60 toneladas de agua sobre el #IFNuñomoral #IIFF #SomosElAire de #España #IIFF #ApagaYVamonos @UMEgob @mapagob”
Los usuarios no tardaron en rendirse en alabanzas hacia dicha maniobra y aplaudir a sus responsables:
Como debe ser, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación agradeció su labor: “#EUProtects @LuisPlanas agradece al #43Grupo del @EjercitoAire su extraordinario trabajo operando y manteniendo nuestra flota de aviones anfibios. Una unidad de élite que desde hace décadas realiza una labor imprescindible reconocida a nivel internacional”.
No es habitual ver estos vídeos tan de cerca, pero sí debería ser mucho más habitual todo homenaje a estos grandísimos profesionales cuyo cumplimiento del deber va mucho más allá de lo exigible. Por eso, desde aquí, les decimos “ENHORABUENA Y GRACIAS”. Y que ojalá los culpables de esas llamas sientan, en su momento, todo el peso de la ley.