Conciliación en España, hay avances pero la brecha entre mujeres y hombres continúa

El análisis recoge un cierto retroceso en el tiempo dedicado al ocio para ambos géneros, pero se reduce aún más para las mujeres

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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Pese a los avances, la conciliación sigue siendo todo un reto social en España. En juego el que hombres y mujeres compartan la responsabilidad familiar y de las tareas en el hogar. Hoy todavía el peso recae en mayor medida en las mujeres que dedican casi el doble de tiempo que ellos al cuidado de niños y de mayores y a gestionar el hogar. Un tiempo que impacta a su vez en su situación laboral de forma que las excedencias y el trabajo a tiempo parcial siguen siendo eminentemente femeninas.

Según el último estudio sobre conciliación del Observatorio Social de la Caixa, los hombres dedican ahora de media 3 horas más a la semana la cuidado de los menores que antes de la pandemia y las mujeres 3 horas menos. Las distancias se van recortando pero la brecha persiste de forma que ellas dedican 43 horas a la semana a las tareas relacionadas con los cuidados y las labores domésticas frente a las 28 que destinan ellos. Si se tiene en cuenta tanto el trabajo remunerado como no remunerado a las semana, una mujer trabaja en España 5 horas más que un hombre. Antes de la pandemia la diferencia era de 9 horas. En el trabajo remunerado ellos invierten 36 horas, una menos que antes de la pandemia; ellas dedican 26 horas, una hora más que antes del inicio de la crisis sanitaria.

“Todo lo que es la logística familiar me encargo yo. Si hay que hacer la compra yo la hago, si hay que llevar a los niños a los médicos los llevo yo, si hay que ir a una tutoría voy yo. No es que mi marido no esté implicado, es que él tiene menos facilidades para conciliar por su trabajo que le lleva a viajar a menudo y él asume, en cambio, más cuidados durante el fin de semana” explica a COPE Icíar García, quien hace año y medio decidió dejar su trabajo en una multinacional para emprender un proyecto profesional propio que le facilitara la conciliación.

Teresa Martín Hernández es una joven madre trabajadora. Su fórmula para conciliar familia y profesión es el teletrabajo, pero echa en falta más apoyo familiar al vivir ella en Madrid y su familia en Valladolid. Ya antes de tener a su hija hace un año era ella quien se encargaba de comprar y de preparar la comida en su hogar, así que según cuenta a COPE, lo que más ha cambiado es el rendimiento en el trabajo que le ocupa casi todo el día al tener que combinarlo con el cuidado de su bebé.

Según el último Índice Closing Gap que cada año elabora la consultora PwC, la conciliación es el indicador en el que mayor brecha hay entre hombres y mujeres, muy lejos de la paridad y muy por encima de la que se registra en sectores como el empleo, la digitalización, la educación y la salud o el bienestar. Sobre un total de 100, equivalente a la paridad tota, sitúa el nivel en España en 2022, en todos los ámbitos, en el 64,7 por ciento, algo que en conciliación se reduce al 41,4 por ciento a pesar de la mejora en seis décimas con respecto a 2021. Y es que para que combinar la vida familiar y profesional sea igual de fácil para hombres y mujeres, falta recorrer un 58 por ciento del camino frente al 35 por ciento de la media general para alcanzar la paridad.

Según este informe, el retroceso en conciliación debido a la crisis del COVID hace que todavía no hayamos recuperado los niveles prepandemia en este terreno. En paralelo, el análisis recoge un cierto retroceso en el tiempo dedicado al ocio para ambos géneros, pero se reduce aún más para las mujeres, que ya contaban con menor tiempo libre respecto a los hombres de partida.

En clave financiera, fijan el coste de oportunidad del PIB de todas las brechas de género en España es de 212.179 millones de euros, lo que equivale al 17,6 por ciento del PIB de 2021. Un incremento potencial que vendría impulsado por la creación de 2,5 millones de empleos femeninos equivalentes a tiempo completo, según el mencionado análisis.

El peso de la casa y de los cuidados recae mayoritariamente en la mujer

No son datos nuevos, pero son los últimos oficiales que se han publicado. Según la última Encuesta de Empleo del Tiempo 2009-2010, las mujeres dedican el triple de tiempo a cocinar que los hombres, casi una hora y media diaria, frente a tan solo 26 minutos para ellos. Los hombres solo invierten más tiempo que ellas en lo que tiene que ver con jardinería, cuidado de animales, construcción y reparaciones. En el cuidado a los hijos la distancia se ha ido acortando, pero todavía las madres siguen dedicando el doble de tiempo que los padres.

Esta estadística refleja que las mujeres dedican una media de 4 horas y 7 minutos a los cuidados y al hogar, y los hombres 1 hora y 54 minutos. Una brecha que sigue siendo amplia, pero que mejora con respecto a la situación 7 años antes, cuando las mujeres destinaban 4 horas con 24 minutos frente a la hora y media que destinaban los hombres.

Trabajos más precarios y menos horario laboral para ellas

3 de cada 10 mujeres no trabajan en España para ocuparse de su casa y su familia, el 12,1 por ciento de los hombres están en esa misma situación. Y las excedencias laborales son también un territorio eminentemente femenino. Solo el 4,2 por ciento de los hombres piden una excedencia de 1 a 3 meses, frente al 47,5 por ciento de mujeres que solicitan una excedencia de 1 a 3 meses. Si hablamos de un paréntesis sin sueldo de entre 3 y 6 meses, lo piden en el 46,4 por ciento las mujeres frente al 1 por ciento de los hombres y de entre 6 y 12 son en un 78 por ciento mujeres y el 1,1 por ciento de los hombres.

Las mujeres que trabajan optan en mayor medida que los hombres por reducir su horario laboral y con ello también sus ingresos. Según datos del INE, hay un 16,3 por ciento de mujeres que entre 2009 y 2021 trabajaban a tiempo parcial para cuidar de niños o de personas mayores o dependientes, frente al 2,7 por ciento de los hombres. La tasa europea de mujeres con contratos a tiempo parcial supera, sin embargo, la española en casi 10 puntos y se sitúa en el 26,2 por ciento.

Si sumamos además del cuidado las obligaciones familiares alcanzamos que es el motivo que alegan 4 de cada 10 mujeres para trabajar a tiempo parcial frente a 1 de cada 4 hombres en nuestro país.

La reducida participación de las mujeres en el mercado laboral, el inferior número de horas trabajadas por cuestiones de parcialidad y su sobre representación en sectores económicos poco productivos provoca que, según el último Índice Closing Gap, las mujeres solamente contribuyan a un 42,1 por ciento del PIB, a pesar de representar el 51,4 por ciento de la población en edad de trabajar.

Las mujeres tienen peores sueldos

Según el Ministerio de Igualdad, el sueldo medio de los hombres ha sido de 27.642 euros, mientras que el de las mujeres se quedó en 22.467 euros, por lo que, según aseguran desde el departamento de Irene Montero, la brecha alcanza el 20 por ciento, una cifra que los Técnicos de Hacienda (GETSHA) elevan al 25,5 por ciento con el efecto de los ERTE.

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), si en el último trimestre de 2021 había 27.700 mujeres más en contratación temporal que hombres, en el mismo periodo de 2022 la cifra se elevó hasta las 33.900 mujeres más bajo este tipo de contratos. La diferencia en los contratos temporales no solo no se ha reducido sino que se ha multiplicado por 12 desde la pandemia. Los mismos datos reflejan que las mujeres contratadas a tiempo parcial triplica al de los hombres (2 millones de mujeres frente a 700.000 hombres).

El secretario general de la Comisión de Racionalización de los Horarios Laborales (ARHOE), Ángel Largo, tilda en COPE de insuficientes los pasos dados hasta el momento “llevamos años tratando de impulsar la flexibilidad y horarios más concentrados y vemos que no es una prioridad para los políticos, sí que ha habido ciertos avances con la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad y con una ley de conciliación que se quedó ahí a medias y con la ley del teletrabajo que es muy mejorable, pero necesitamos voluntad”.

“En muchas ciudades europeas a las 17h ya no se trabaja y está todo el mundo en su casa y eso es posible si empezamos a trabajar antes, si hay un horario flexible y si reducimos el tiempo de comida y apostamos por unos horarios más comprimidos y sin jornadas partidas de forma que podamos compaginar mucho mejor nuestra vida profesional y familiar o personal”, asegura Largo.

Para Ignacio Sánchez Juliá al frente del Foro Español de la Familia: “Lo fundamental es que se valore la maternidad y la paternidad y que se valore el trabajo dentro del hogar para que por ejemplo se tenga en cuenta en el cómputo de las pensiones, además de incrementar las ayudas por hijo a cargo, de forma que no haya que tener 18 hijos para tener el respaldo que obtiene en Alemania una familia con 3”.

Considera que en lo que respecta al cuidado de los hijos “es mucho más de sentido común y quizás de amor por sus hijos, un padre que quiere a sus hijos, igual que una madre no tasará el tiempo que está con ellos, no van a escatimar en tiempo para sus hijos. Es un problema de cariño, de si estamos o no estamos el uno con el otro”.

“No es una cuestión de yo he hecho 3 y tú tienes que hacer 3 porque yo he hecho 3. No hay que decir esta tarea es tuya y esta es mía, los dos hacemos de todo y cuando yo no llego, llegas tú y, cuando no llegas tú, allí estoy yo. Más que de repartir hablaría de compartir. Nosotros lo hacemos así y no hay resentimiento de nadie hacia nadie, todo lo contrario, funcionamos como un equipo”, zanja Icíar Sánchez.