Ver extraterrestres o creer que te han secuestrado: así se manifiesta el fenómeno del 'delirio de la UCI'

Un trastorno que experimentan algunos pacientes durante su estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

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“Pedí a los médicos que me pegaran un tiro” o “en mi habitación estaban Hitler, Mussolini y Franco, yo les llamaba Adolfo, Benito y Paco”, son algunos de los relatos que hemos podido escuchar o leer del actor Antonio Resines tras pasar más de un mes ingresado en la UCI del Hospital Gregorio Marañón de Madrid cuando se contagió por primera vez de covid en el 2021.

Hablaba Resines de delirios provocados por la medicación y la situación que vivía mientras intentaba salvar la vida, lo que se conoce como ‘delirio de la UCI’ o como se llama profesionalmente “síndrome confusional agudo” como concreta el psiquiatra forense José Miguel Gaona, también colaborador de ‘Fin de Semana’ de COPE.

Un síndrome que suele dar ante “una situación, además, brusca, inesperada; en la que la persona pierde muchas veces la perspectiva, pierde el contacto con la realidad y tiene una actitud confusa ya que sus capacidades cognitivas se encuentran alteradas”, explica Gaona.

Y, aunque suele ser algo que presentan, habitualmente, personas mayores; el doctor advierte de que “cualquiera de nosotros somos candidatos a que nos ocurra”. Y así es ya que, sobre todo, en estos años de pandemia hemos podido conocer algunos casos.

En otra realidad, en otro mundo

Para comprender qué es lo que les ocurre a los pacientes, continúa explicando Gaona que “es un proceso psicótico es decir, un mal contacto con la realidad en el que intervienen varios factores”.

Y esos factores son:

“Todo esto favorece a esa confusión, a esa ruptura con la realidad y todo ello conlleva justamente a ese proceso que podríamos, prácticamente, calificarlo de psicótico”, indica José Miguel. De hecho, el propio Resines confesaba a Cristina L. Schlichting en ‘Fin de Semana’ que “tuve delirios y mezclaba mucho la realidad, y ese otro mundo en el que estaba viviendo no era agradable, siempre en peligro de muerte”.

Como explica el psiquiatra forense “la realidad no deja de ser una construcción de nuestro cerebro y nuestro cerebro está encerrado en una caja de calcio que se llama cráneo y ese equilibrio, esa traducción de la realidad, puede distorsionarse con suma facilidad ,sobre todo, por ese aislamiento, esos sonidos, el insomnio, el estar fuera del ambiente al que está acostumbrado a vivir, donde uno tiene todos esos puntos de referencia en el día a día, que son mucha veces rincones de nuestra casa, rincones en la calle, contactos que tenemos esas llamadas de teléfono.. “. Y lo que ocurre es que “la UCI nos aísla, nos deja totalmente como un pez fuera del agua y podemos tener estos tipos de trastornos”.

Como curiosidad nos cuenta Gaona que “cualquiera de nosotros, después de llevar dos o tres días sin dormir, por ejemplo, comienza a presentar síntomas psicóticos.”, puntualizando que puede ser “cualquier persona saludable”. Aunque, matiza el doctor “no digo que entre en una psicosis amplia, profunda y grave; pero ya comienza, en un momento dado, a exhibir cierta sintomatología”.

Secuestros, asesinatos o ver extraterrestres: algunas de las experiencias que viven los pacientes afectados por el ‘delirio de la UCI’

Creer que te quieren secuestrar, incluso matar; participar en una guerra o participar en una conspiración para amañar las elecciones en un país hasta tener encuentros o ver extraterrestres son algunas de las experiencias vividas y confesadas por estos pacientes que ha sufrido el ‘delirio de la UCI’.

Una sintomatología que, como asegura el doctor Gaona “suele ser florida y, además, está en íntima relación al tiempo que están en la UCI” destacado que aquellos pacientes que experimentan delirios “y estén asistidos por ventilación mecánica, tienen problemas de manera más intensa”.

De hecho, señala José Miguel que “cada uno dentro de ese estado psicótico puede desarrollar un delirio, un delirio que puede estar más o menos organizado”, es decir, “que conlleva un hilo conductor como que, por ejemplo, van a ser o han sido secuestrados, que las personas que se les acercan con esas batas forman parte de un grupo organizado que justamente son los autores del secuestro, etc, etc.”

Eso sí, asegura que las sensaciones que experimentan los enfermos afectados “no suelen ser especialmente positivas”.

En ocasiones, también aparecen ángeles

Aunque, como señalaba el psiquiatra forense que por norma general suelen ser delirios con malas connotaciones, sin embargo “hay algunas personas que los tienen de tipo espiritual, en el que los que van vestidos de blanco (haciendo referencia a médicos o enfermeras) se han convertido durante esa especie de ruptura con la realidad en ángeles, en seres que son del más allá o de otro reino que está más allá del habitual”.

De vuelta a la realidad

En la mayoría de los casos, las personas que experimentan estos trastornos durante su ingreso hospitalario “cuando empiezan hacer su vida normal, cuando vuelven -sobre todo- al ambiente que estaban acostumbrados, esta disfunción mental, esta disfunción además- cognitiva, alucinaciones, delirios, ataques de pánico… suelen desaparecer” de manera que el paciente “suele volver a su normalidad”, asegura Gaona.

Aunque en ocasiones, “hay personas que cuando llegan a casa ni la reconocen y tienen que volver a adaptarse otra vez”; y otras que “quedan con ese trastorno por estrés postraumático, rememorado los horrores, los sonidos de las máquinas…”.

En casos así, recomienda José Miguel Gaona que esa persona reciba “visitas por parte de la familia, les enseñen foto, rían con ellos, etc, etc”.