¿Cómo hacer para que el amor sea duradero? Aquí tienes las claves

Conocimiento mutuo, comunicación y apoyo son buenos motores

Carmen Labayen

Publicado el

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La mitad de las personas que se casan en España permanecen juntas toda su vida. El otro 50 por ciento no lo consigue y de media los matrimonios duran en nuestro país 16,5 años ¿Qué hace que el amor sea duradero? Conocimiento mutuo, comunicación, apoyo y perdón son 4 de las claves según los expertos consultados por COPE que reconocen que no hay fórmulas exactas para llegar a ser un matrimonio feliz.

A pesar de que no tengamos un manual de instrucciones precisas para que el amor en nuestra pareja o en nuestro matrimonio perviva, sí que hay ciertas pautas que nos pueden ayudar a vivir y convivir en armonía. Y es que para muchas parejas es posible transitar desde el enamoramiento inicial a un amor fuerte, intenso y lleno de entusiasmo y de vibración que no solo no se desvanece con el tiempo sino que va a más.

Daniel Arasa: 55 años queriendo querer

Daniel Arasa lleva 55 años casado con Mercé y acaba de publicar “El amor de mi vida has sido tú”. El secreto de la pervivencia de su amor es, según cuenta en COPE, “poner un poco de combustible cada día, viviendo el momento presente y de amar al otro con sus defectos. Nunca bajar los brazos y decir basta además de saber perdonar. Obviamente la convivencia en pareja tiene sus dificultades pero no es tan difícil como la pintan”.

Considera este escritor y promotor de la familia que “no se trata de aguantar y de convivir sino de hacerlo con alegría y de mantener la ilusión del primer día ya pasen 10, 20, 30 años y las ganas de luchar cada día por la felicidad del otro. El amor esencialmente es querer querer”.

“Están muy equivocados quienes creen que el amor entre los mayores es un cariño de aguas estancadas”, explica Arasa quien admite que en estas más de 5 décadas juntos es mucho lo que han cambiado y que sus personalidades, que eran muy diferentes en origen “como el agua y el aceite”, han ido confluyendo con el paso del tiempo y hoy su amor es más completo y profundo fruto de la experiencia y de todas las vivencias en común.

A quienes arrancan en el complejo y apasionante mundo de la pareja les recomienda: “no hace falta hacer grandezas ni que los dos sean súper simpáticos ni que sean extaordinariamente listos ni que tengan mucho dinero hace falta lo pequeño, cultivar el día a día intentando hacer feliz al otro”.

      
             
      

No idealizar, saber renunciar a batallas y tentaciones, no buscarle tres pies al gato y aceptar al otro tal y como es, también con sus defectos, son otros de los ingredientes que enumera Arasa para un amor duradero junto a pedir muchas veces perdón y asumir y tener muy actualizado lo que significa para cada uno el amor y cómo se encuentran en la relación.

Del enamoramiento al amor, así se consolida la pareja

De la chispa inicial que hace que dos personas se atraigan que el doctor en medicina y en teología Alfred Sonnenfeld define como el “eros” en la que lo más importante es la maximización del placer y la minimización del dolor. De esta fase de deslumbramiento podemos seguir progresando en el amor hacia la “filia” o amistad profunda que implica un conocimiento mutuo mucho mayor hasta llegar al “ápape” o amor incondicional y reflexivo, que crece con el tiempo gracias a la empatía y al esmero.

Son conceptos que explica en su último libro “La sabiduría del corazón”, en el que desde el ámbito de la neurobiología, asegura que el amor humano con un plazo de caducidad o a tiempo parcial es un contrasentido. Y es que según Sonnefeld, dos personas imperfectas y limitadas pueden lograr un amor sublime en su vida cotidiana mediante el conocimiento mutuo, el apoyo y el perdón, recorriendo a diario un camino común, sumamente bello, que vale la pena vivir.

      
             
      

“Hablar y conocerse es un primer paso y después es en el corazón donde todo se decide una vez que llegamos a la última fase y sabemos si esa es la persona con la que queremos compartir nuestra vida o no. Una vez que tenemos la certeza de que hemos encontrado a esa persona especial y definitiva para nosotros, ese amor recíproco, llega la entrega y la total apertura hacia el otro”, señala en COPE.

Lo que ocurre, subraya, Sonnenfeld es “que hay que llegar hasta ese punto y que muchas personas se comprometen o se casan sin haber llegado, cuando su relación aún es superficial. Y este es precisamente uno de los motivos por los que se divorcia tanta gente”.

Para lograr un amor duradero también considera importante “estar siempre en la actitud de aprender de mi pareja, estamos a la misma altura, valemos exactamente lo mismo. Además de saber integrar nuestros instintos en nuestra personalidad, en nuestro todo, tener lo que se conoce con el nombre de autogobierno y así es como, al estar en armonía con nosotros mismos, podemos disfrutar de la vida y hacer que disfruten los demás”.

      

¿Cómo superar los problemas y los desacuerdos?

Para superar las dificultades en una pareja es importante que “los dos piensen lo mismo acerca de qué es el amor, lo que esperan del amor y si realmente consiguen lo que desean de la persona con la persona con la que están, entendiendo que la persona con la que están no va a cumplir totalmente todas las expectativas en todos los momentos de su vida”, afirma en COPE Trinidad Bernal, psicóloga y directora del primer servicio de mediación en toda España además de especialista en rupturas.

Considera fundamental que cada una de los integrantes de la pareja tenga también vida al margen de esa pareja, amigos con los que compartir algunos de sus intereses que no son forzosamente los de su media naranja.

También esencial, subraya esta psicóloga, adaptarse a los cambios que se producen en una relación de forma acompasada: “comunicándose las cosas y viendo que el camino de cada uno no vaya por separado, reencontrarnos continuamente en banquitos a sentarnos”.

En cuanto a lo que hay que evitar si queremos tener una relación que perdure para Bernal: “uno de los grandes problemas es dar excesivo peso al otro en la vida de uno. Hay que mirar y equilibrar las fuerzas y saber que uno es responsable de muchas cosas y no atribuir esa responsabilidad al otro. Otro tema son las expectativas excesivas, algo que resulta poco conveniente y además hay que regar la relación para hacerla florecer por medio de la comunicación y del diálogo y hacerle llegar al otro nuestra verdad sin herir sensibilidades” subraya Berna.

A su juicio, más que perdonar, si queremos que una relación sea duradera debemos “tener capacidad para mover nuestros pensamientos. No quedarte enclaustrado con un pensamiento repetitivo sobre las ofensas que el otro nos ha hecho ya que la rumiación potencia el distanciamiento de la otra persona. En esas situaciones debemos cambiar el foco de atención mental y llevarlo a otro terreno donde saber más y poder hacer que el otro explique sus razones y poder conocer la forma distinta de interpretar un mismo hecho que ha ocurrido, esto es lo más saludable que hay”.

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