¿Tu perro ladra mucho? Cinco consejos para que sus ladridos no sean un problema
Te traemos algunas claves para que tu perro ladre menos y que esto no sea perjudicial ni para él ni para ti en el día a día
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Quien tiene un perro como mascota sabe que las alegrías que proporcionan su compañía y cariño son inmensas. Sin embargo, los perros también afrontan malos momentos, al igual que sus amos. Una de las situaciones más incómodas que pueden protagonizar tiene que ver con los ladridos, que si se descontrolan pueden molestar tanto a quienes viven con el perro como a los vecinos.
No pasa nada en el caso de que el perro ladre un poco en situaciones puntuales, pero esto puede convertirse en un problema si los ladridos se vuelven recurrentes e irritantes. En COPE queremos contarte algunos consejos para paliar esta forma de expresión de tu animal. Es inevitable oírle ladrar alguna vez, sí, pero podemos controlarlo.
¿Por qué ladran los perros?
Hay muchas causas para explicar por qué se producen los ladridos. Si el perro está estresado, puede que ladre para expresarlo. Pasar mucho tiempo solo también puede traducirse en ladridos, ya que la separación de sus dueños puede llevar al can a tener ansiedad.
Cuando el perro ladra a los niños, las bicicletas y otros perros, puede ser por miedo derivado de una mala socialización. Además, el ladrido del perro puede darse por una situación de entusiasmo (descubrir cosas nuevas, recibir a sus dueños en casa, jugar con otros animales…). Pero también por frustración, porque se aburre.
Los perros pequeños son más propensos a ladrar, lo cual significa que la genética es otro motivo que explica los ladridos. Tampoco podemos pasar por alto la territorialidad: he aquí la explicación de por qué tu perro no para de ladrar cuando llaman al timbre, percibe a algún extraño cerca de casa o se encuentra, directamente, con uno.
La vejez puede ser otro factor estimulante del ladrido, por pérdida de audición o visión. Y, desde luego, los miedos a situaciones, personas, objetos u otros perros. En este último caso, tu perro puede ladrar a otros animales de su especie por múltiples razones: miedo, alegría, mala socialización…
Fomenta la relajación del perro cuando ladre
El cariño es una de las mejores soluciones si el perro ladra, tanto en casa como en la calle. Con caricias, masajes y premios, puedes llegar a evitar que los ladridos se conviertan en un problema. Si el animal percibe que debe estar tranquilo, lo acabará estando. Pero esa tranquilidad se la debe empezar a transmitir su propio amo.
Ayuda al perro a corregir sus ladridos
Si el perro empieza a ladrar y no deja de hacerlo, hay que buscar una palabra o gesto que le permita entender que eso no está bien: “Cállate” puede ser la más oportuna. Hay que tener paciencia. Aunque el animal vuelva a ladrar tras haber parado, puedes llegar a corregir su hábito si siempre le haces saber que así obra mal.
Una buena forma de enseñar al perro a callarse cuando ladra es distraerle: juegos, pedirle que haga trucos, generar algún ruido que le llame la atención… Así podremos enseñarle que dejar de ladrar va asociado a cosas buenas. Incluso podemos premiarle si los ladridos cesan. Eso sí: lo que no deberíamos hacer es gritar al perro para que deje de ladrar. Puede llegar a interpretarlo como que nosotros también ladramos. Además, esos gritos pueden generarle ansiedad.
Sé firme si el perro ladra durante los paseos
Nuestro perro puede ladrar por la calle, al encontrarse con otros perros. Hay que estar tranquilos y firmes, como si no pasase nada. No hay que recoger la correa (en el caso de que esto se pueda hacer con la de nuestro perro) y se debe seguir con el paseo con total normalidad. Mientras el perro esté bien y seguro, no hay nada que temer.
En el caso de que nuestro perro ladre mucho a sus congéneres, podemos paliar la situación si le paseamos en horarios y tramos tranquilos. Esto ayudará mucho a la hora de que nuestro perro esté calmado y pueda disfrutar más de su salida a la calle.
Evita los miedos del perro: pueden hacerle ladrar
Si el perro tiene miedo o está inseguro ante alguna situación, hay que marcharse del lugar lo antes posible. De hecho, forzar al animal a que interactúe con otras personas o perros no le ayuda en el caso de que esto le genere estrés: puede agravar el problema.
Por lo tanto, no hay que obligar al perro a que se enfrente a situaciones que le resultan incómodas. Hay que hacer todo lo contrario y evitarlas.
Liberar energías ayuda a que el perro no ladre
En el caso de que el perro ladre porque está ansioso o estresado, no hay mejor manera de ayudarle a superar el trance que hacerle liberar tensiones. ¿Cómo? Dejándole correr, con juguetes desestresantes (como el kong), jugando con él, sacándole a pasear… Si el perro se distrae, se olvidará de los ladridos.
Estos son sólo algunos consejos a la hora de acabar con los ladridos de tu perro si estos se vuelven muy molestos. En el caso de que la situación no mejore o se agrave, recuerda que cada perro es único y no hay nada infalible. Sobre todo, evita los castigos (y más los físicos) y los collares estranguladores o de descargas: lo único que se consigue así es que todo empeore.
En el caso de que no haya manera de que tu perro deje de ladrar, lo mejor es que acudas a un especialista que pueda ayudarte a solucionar el problema. Aunque el consejo más oportuno ante esta circunstancia del mundo canino es que la paciencia es la madre de la ciencia.