La solución si tu perro sufre una insolación
De media, los perros tienen una temperatura corporal de entre 38 y 39 grados. Si la supera, mala señal.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los perros no hablan -salvo el de los Men in black-. Si te decantaste por la compañía canina compartirás la opinión de que son más inteligentes de lo que parecen. Solo les falta hablar. Pero como no lo hacen, hay que tener cuidado y estar pendientes de ellos. Ahora en verano, mas. De media, un perro tiene una temperatura corporal de entre 38 y 39 grados. Si superan esta temperatura pueden sufrir lo que se conoce como un golpe de calor. Las consecuencias pueden no tener solución. Entre ellas; daños en órganos y cerebro del animal.
Hay que estar pendiente
Si el perro jadea mas de lo normal, está nervioso, pierde el equilibrio, o sus encías se vuelven azuladas por la falta de oxígeno...lo más probable es que esté sufriendo un golpe de calor.
¿Por qué se puede producir un golpe de calor?
Hay que pensar que los perros no tienen la misma capacidad que las personas para combatir el calor. Es por ello que las causas relacionadas con los golpes de calor son las siguientes:
1. Dejar al perro en el coche. Nada que decir, la sensación que produce estar dentro de un coche en verano sin aire acondicionado. No vale con dejar la ventanilla bajada, tampoco pensar que va a ser solo “un momento”. La sensación que le produce eso al perro es similar a la tuya pero multiplicado por mil.
2. Pasear al perro en las horas de más calor. Es evidente que el animal tiene que salir a hacer sus necesidades, en el caso de sacarlo, no se puede pretender dar un paseo o hacer ejercicio con él. Con esto puedes evitar un mal mayor para tu mascota, y probablemente también para ti.
3. Que en un descuido, el peludo esté tumbado en el sol y se duerma. La vitamina D es necesaria, para las personas y también para los perros. Pero necesidad de quedarse morenos los perros no tienen, es por ello que cuanto menos tiempo pase dormido bajo el sol, mejor.
¿Cómo reaccionar?
Los perros interpretan los estados de ánimo, si nos ponemos nerviosos o alterados, el animal lo nota y puede empeorar. En el caso de producirse alguno de los síntomas antes mencionados hay que trasladar al perro a un lugar fresco y aplicarle agua en las zonas de la cabeza, la barriga y las axilas. Fundamental que beba agua, pero en poca cantidad y no demasiado fría. Es recomendable que una vez se consiga estabilizar al animal se le lleve al veterinario para determinar si ha sufrido algún tipo de daño en sus órganos.