Nevada-Tan: la niña de 11 años con cociente intelectual de 140 que asesinó a su amiga por llamarla “gorda”

Natsumi Tsuji protagonizó a principios de siglo uno de los episodios más macabros de Japón, con un crimen que traumatizó a una generación

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Paco Delgado

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

El día de la foto oficial del colegio es tan importante para los niños de España como de cualquier parte del mundo. Tanto en nuestro país como en Japón la parafernalia es la misma, todos salen al patio más grande que haya y se colocan para retratar cuánto han crecido respecto al año anterior y para que, en el futuro, las caras de los que se sentaron en los pupitres contiguos quede inmortalizada. Por ello, el martes 1 de junio de 2004, el profesor sacó a la clase del último curso de primaria del colegio Okubo para el momento de la foto.

Allí posaron, a la izquierda de la imagen, Natsumi Tsuji, de 11 años, con una sudadera azul con el logo 'Nevada'. A la derecha, y sosteniendo una bandera con el logo del colegio junto a otros 3 compañeros, estaba Satomi Mitarai, de 12 años. Ambas haciendo, como el resto de niños, el símbolo 'V' de la victoria que inmortalizaría Winston Churchill apenas unas décadas antes.

Fotografía del anuario de la clase de Natsumi Tsuji y Satomi, ambas señaladas en crículo rojo

Fotografía del anuario de la clase de Natsumi Tsuji y Satomi, ambas señaladas en crículo rojo

Un rato después sonaría la alarma en todo el centro para indicar que los niños podían salir a la hora del almuerzo. En ese momento Natsumi le pidió a su amiga Satomi que le acompañase a jugar a un aula que había quedado completamente vacía. Una vez hubo llegado la hora de reanudar las clases, ambas niñas no habían vuelto aún. El profesor comenzó a alterarse, y más si cabe si ve llegar a Natsumi cubierta completamente de sangre de arriba a abajo. Se hizo el silencio en la clase.

Las sospechas del maestro saltaron por los aires y se apresuró a salir en busca de Satomi. La otra niña, con la sudadera sucia y llorando sin parar sólo alcanzaba a intentar perseguir a su profesor mientras gritaba: “He hecho algo malo”.

Colegio Okubo, en Japón, donde se cometió el crimen de Nevada-Tan

Colegio Okubo, en Japón, donde se cometió el crimen de Nevada-Tan

Una genio en aislamiento

Con una gran capacidad para estudiar y un resultado más que sobresaliente en las notas, Natsumi era un prodigio en el colegio, jugaba al baloncesto y tenía un coeficiente intelectual de 140, algo muy poco habitual: sólo el 0.5% de la población puede decir que supera esa cifra. Por ello, en el momento que empezaron a caer las buenas calificaciones escolares, los padres pensaron que la culpa era del deporte y relegaron a la niña, de 11 años, a una vida de estudio más intensa. Pero, en lugar de volcarse en los libros, la joven se dedicó en cuerpo y alma a navegar por internet y a consumir películas de terror.

En particular Natsumi se obsesionó con una cinta llamada 'Battle Royale', rodada en Japón y que cuenta la historia de un futuro distópico en el que a los alumnos de los colegios se les lleva a una isla desierta en la que tienen que asesinarse hasta que sólo quede uno. Además, la niña desarrolló una especial atracción a la serie de televisión llamada 'The Monday Night Mystery Theater', que recreaba casos reales de asesinatos.

Fotograma de la intro de The Monday Night Mystery Theatre

Fotograma de la intro de 'The Monday Night Mystery Theatre'

Eventualmente volvería a jugar al baloncesto, antes de dejarlo por completo debido a la desidia que había desarrollado a interactuar socialmente con sus compañeros. Ella misma había creado una página web en la que compartía animaciones basadas en el género 'gore' (terror sangriento), hasta el punto de que se convirtió en una pequeña celebridad entre los círculos de internet del Japón de 2004.

Me llamó “gorda”

Pero bastó un comentario ofensivo entre dos niñas pequeñas para que todo estallase por los aires. Satomi, la que fuera la mejor amiga de Natsumi, tras una discusión en el colegio le llamó “gorda” en el mismo portal en el que la joven pasaba las horas colgando clips de terror. Una ofensa personal que hizo estallar de rabia a Natsumi, que empezó a pensar en la posibilidad de usar un cúter como arma de venganza.

Mientras, Satomi era una niña criada en una familia que ya de por sí había sufrido un duro golpe unos años antes. Su padre, Kyoji Mitarai, director de un periódico local, había visto cómo el cáncer le arrebata a su mujer y le dejaba sólo con tres niños cuando apenas tenía 46 años: dos niñas de 12 y 14 años, mientras que el hijo mayor ya se había independizado.

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Antes de acometer la venganza contra su amiga, Natsumi probó con otro compañero al que, en medio de una discusión, le amenazó con un cúter apenas unas semanas antes del que sería la culminación del crimen. En aquel día de fotografía anual, Natsumi pidió a Satomi que la acompañase a la clase vacía. Antes de entrar le puso un antifaz, asegurándole que se trataba solamente de un juego. La llevó hasta uno de los bancos de la clase y la sentó. Natsumi se sentó frente a ella, le quitó el antifaz y le susurró al oído que iba a morir a continuación. Satomi se lo tomó como una mera broma hasta que su compañera alcanzó un cúter que tenía guardado.

Primero le apuñaló el cuello dejando a la joven sin habla y, por tanto, sin la capacidad de gritar para pedir ayuda. Posteriormente, con el mismo arma, procedió a cortarle ambas muñecas para asegurarse de que su amiga se desangraría antes de que volviesen a buscarlas. Cuando el profesor descubrió el cuerpo de Satomi en estado crítico lo trasladaron al hospital, donde murió tras dos paradas cardiorrespiratorias.

Natsumi Tsuji, en una imagen de archivo

Natsumi Tsuji, en una imagen de archivo

Un mito en las redes sociales

Natsumi fue enviada a un reformatorio durante 4 años, dos más de los que establecía la condena, debido al interés psiquiátrico en el caos. Finalmente pasó a arresto domiciliario y no consiguió la libertad hasta 2013, cuando se mudó con su familia hasta una localización desconocida. No obstante, las repercusiones de la historia de Natsumi fueron mucho más allá de la cárcel o los medios de comunicación. Se creó todo un mito alrededor de la figura.

Al tratarse de un crimen cometido en un colegio y entre niños de 11 años, los propios alumnos especularon que la niña fue fotografiada por sus propios compañeros en las escaleras cuando acababa de cometer el asesinato y con la ropa todavía cubierta de sangre. Una foto que, supuestamente, se filtró en internet y corrió como la pólvora. No obstante, si atendemos a los detalles de la imagen, se nota que la sudadera de 'Nevada' no coincide en el bordado de las letras con la que llevaba Natsumi en la foto del día 1 de marzo.

Imagen de una niña disfrazada como Nevada-Tan que circuló como real / una representación anime del crimen

Imagen de una niña disfrazada como Nevada-Tan que circuló como real / una representación anime del crimen

Precisamente por esa inscripción de 'Nevada' se le conoce a la autora del suceso como 'Nevada-Tan'. Y es que en los primeros meses del caso nadie conocía el nombre real de la niña, por lo que los medios añadieron el sufijo 'tan', que significa “pequeña”, a la palabra que aparecía en la vestimenta. En cualquier caso, el asesinato de las niñas de 11 años en el colegio Okubo se volvió un referente para los dibujantes de anime de terror en los mismos portales en los que pasó las horas la propia Nevada-Tan.

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