El experimento secreto en la Luna del que los astronautas no avisaron a la NASA

El astronauta Edgar Mitchell fue el protagonista de esta curiosa historia, de la que la NASA no tuvo conocimiento hasta que el Apolo 14 volvió a la Tierra

El experimento secreto en la Luna del que los astronautas no avisaron a la NASA

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Houston, tenemos un problema". Así es como todo el mundo reconoce rápidamente el Polo 13, la séptima misión tripulada de la NASA, pero nunca llegó a aterrizar a la Tierra. Después de que uno de los tanques de oxígeno estallara en el módulo de servicio, había muchas dudas sobre si la agencia gubernamental enviaría una nueva nave a la Luna. Lo hicieron. Tan solo un año después, procedieron a enviar el Apolo 14, con varios astronautas a bordo.

Uno de ellos fue Edgar Mitchell, que se convirtió así en el sexto hombre en pisar la Luna. Lo hizo junto a su compañero, el comandante Alan B. Shepard. Ambos llegaron allí el 5 de febrero de 1971 y pasaron unas nueve horas sobre la superficie, logrando así su objetivo: recolectar hasta 45 kilos de rocas lunares, que posteriormente trajeron a la Tierra. No obstante, Apolo 14 no solo es reconocida históricamente por lograr su objetivo, sino porque ambos astronautas fueron protagonistas de momentos de lo más curiosos en la Luna: desde Mitchell hacer "lanzamiento en tirolina" hasta Shepard golpear una pelota de golf. Todo ello, eso sí, quedó reflejado en una serie de fotografías que aún han quedado guardadas en los archivos, pasando así a la historia.

El experimento secreto en la Luna del que los astronautas no avisaron a la NASA

No obstante, Edgar Mitchell llevó a cabo una misión secundaria sin consultar a sus superiores, hasta el punto de realizar un "experimento" del que la NASA no tenía constancia. Básicamente, consistía en intentar comunicarse por medio de la telepatía por un grupo de personas que él mismo había seleccionado en la Tierra. Posteriormente, tras su vuelta y en una rueda de prensa, él mismo explicó en qué consistió aquel experimento. Él pensó en los símbolos de las tradicionales barajas francesas: picos, diamantes, corazones y tréboles, y las personas que había en la Tierra debían adivinar cuáles había escogido. Para ellos, aquello no era otra cosa más que poder leerse el pensamiento. Los resultados, según ellos, superaron "mucho las expectativas". Mitchell llegó a asegurar que de los 200 símbolos que pensó estando en la Luna, las personas seleccionadas consiguieron adivinar 51. Para ellos, aquello ya no era simple probabilidad, sino que llegaron a la conclusión de que la telepatía existía.

No solo eso, Mitchell también fue un defensor de la existencia de extraterrestres y, pese a haber negado que los hubiera visto en la Luna, defendió fervientemente que habían estado anteriormente la Tierra. Por otro lado, durante la misión también pasó por una etapa de "conexión" con el Universo. Es más, en su autobiografía, él mismo escribió que se dio cuenta de que "las moléculas de mi cuerpo y de mi nave espacial se habían fabricado hace muchísimo tiempo en alguna de las estrellas antiguas que brillaban en los cielos sobre su cabeza". Una experiencia mística que, años después, le hizo abandonar la NASA.