Adiós a la peseta: 150 años después, pasará a convertirse en chatarra

La última moneda acuñada fue de 100 pesetas y reproducía la imagen de Hispania, la misma que apareció en la primera emisión de 1869

Adiós a la peseta: 150 años después, pasará a convertirse en chatarra

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Este sábado se cumplen veinte años desde que la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) acuñó la última peseta, una divisa que sigue muy presente entre los españoles. La peseta nació el 19 de octubre de 1868 por un decreto del Gobierno Provisional tras el derrocamiento de Isabel II y su fabricación terminó el 19 de junio de 2001.

La última moneda acuñada fue de 100 pesetas y reproducía la imagen de Hispania, la misma que apareció en la primera emisión de 1869.

Peseta

Veinte años después de la última acuñación, los españoles aún conservan monedas y billetes de pesetas por valor de 1.586 millones de euros, según los últimos datos actualizados por el Banco de España, correspondientes al pasado mes de abril y previsiblemente se quedará una gran parte en manos de sus dueños, que las siguen conservando como historia de España.

El próximo 30 de junio, finaliza definitivamente el plazo para poder canjear pesetas por euros en el Banco de España, según un real decreto ley aprobado por el Gobierno el pasado noviembre.

En un principio, el plazo que se fijó para cambiar las antiguas pesetas por euros finalizaba el 31 de diciembre pero, ante las dificultades que surgieron en como consecuencia de la pandemia, se amplió el periodo.

1586 MILLONES DE EUROS OLVIDADOS

Pese a ello, y aunque han pasado ya dos décadas desde que la peseta se dejó de usar, los españoles mantienen en sus manos piezas por valor de esos 1.586 millones de euros, un volumen que se ha ido reduciendo, aunque lentamente, en los últimos meses, pero que se ha acelerado en las últimas semanas.

Peseta

Parte de ese dinero sin reclamar se encuentra perdido bajo colchones, en filtros de lavadora o en los lugares más recónditos de los hogares españoles. Sin embargo, hay muchos que se resisten a entregar sus últimas pesetas. Algunas monedas se guardan por nostalgia e incluso por pereza. Otros, tienen la esperanza de que se revaloricen y adquieran la importancia que se merecen. Es incuestionable el valor histórico que tendrán siempre y algunos españoles no quieren decir adiós a la peseta.

"Es una de las antigüedades que más información transmite, un documento histórico muy importante que sirve para viajar a esa época. Al final la moneda es historia", indica un experto. Y lo será en 14 días aunque el recuerdo permanecerá imborrable en la memoria de muchos.

Algunos rezagados, según informe El Mundo, acuden al Banco de España para cambiar las pesetas a euros casi 20 años después de la entrada en vigor de esta histórica moneda. "Va en la condición humana: cuando sabes que no lo puedes hacer más es cuando tienes más interés", contaba a este medio María Concepción Jiménez, directora general de efectivo y sucursales del Banco de España.

150 años después, la peseta se despide y aquellas que no sean cambiadas terminarán destruidas: hechas chatarra. "Son del Tesoro, así que se le entregan al Tesoro y normalmente lo que hace es vender la chatarra", adelantaba la directora.