El día que un toro bravo sembró el pánico en la Gran Vía de Madrid y 'Fortuna' impidió la tragedia
El torero vasco paseaba por la Gran Vía y al ver al animal utilizó su abrigo como capote para torearlo y acabar con el peligro
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La Gran Vía de Madrid es una de las calles más transitadas de España. Las personas que visitan la capital no se quieren perder esta icónica vía del centro, pero no son los únicos seres vivos que han querido pasear por la Gran Vía.
El 24 de enero de 1928 un toro bravo recorrió esta calle tras escaparse en el momento que le trasladaban al matadero. Junto a este, también huyó una vaca, pero esta fue más fácil de dominar y el que realmente protagonizó la anécdota fue el toro. El animal, desorientado, trató de huir ante una multitud que se escondía donde podía para ponerse a salvo. Los comercios cerraron sus puertas y el toro bravo se apoderó de esta calle de la capital de España, provocando el caos y el griterío en los presentes.
El toro bravo destrozó todo lo que se encontraba por su paso como los puestos del Mercado de San Ildefonso y sus cornadas causaron tres heridos. El caos se apoderaba de la ciudad de Madrid desde el paseo de la Virgen del Puerto hasta la Gran Vía hasta que apareció un héroe inesperado.
'Fortuna', el héroe inesperado
El destino quiso que Diego Mazquiarán, un torero conocido como 'Fortuna', estuviese allí en ese momento. El matador vasco no lo dudo y se enfrentó al animal. Puso a salvo a su mujer y se quitó el abrigo para utilizarlo como capote a la vez que gritó para que alguien le trajese un estoque. El Casino Militar le ofreció un sable, pero lo rechazó por no ser adecuado y pidió que fuesen a su casa a por su espada.
Mientras tanto, 'Fortuna' toreó al animal en plena Gran Vía transformando una situación de pánico en un clima de jolgorio en el que los presentes disfrutaban del espectáculo entre olés y aplausos. A los minutos, le trajeron su estoque y tras dos recortes entró a matar y acabó con el peligro matando al toro. Los ciudadanos madrileños comenzaron a vitorear a 'Fortuna' sacando los pañuelos blancos y pidiendo las dos orejas del animal como símbolo de victoria. El público que pasó del pánico a presenciar un espectáculo terminó por elevar al torero a hombros mientras 'Fortuna' agradecía el apoyo de la gente y el héroe de esta historia recibió la cruz de la Beneficiencia.
Cuando los ánimos se calmaron, Juan Ferragut relató que tuvo la oportunidad de estar con 'Fortuna' a solas junto a Pepe Campúa. El torero estuvo en el parque de El Retiro y respondió a las preguntas sobre el anecdótico suceso. "¿Qué te voy a decir? Iba yo por la Gran Vía, y de pronto me veo venir un toro, gordo, con sus 28 arrobas y leña en la cabeza; un toro que embestía con genio...".
El toro bravo que escapó podría haber sido recordado como un episodio trágico en una de las calles más emblemáticas de la capital española, pero finalmente fue una historia para recordar con un héroe que convirtió una situación de pánico en un espectáculo para los transeúntes. Para 'Fortuna' no fue un suceso especialmente relevante, solo un toro bravo más que sumar a la lista, pero para los allí presentes fue el salvador que les permitió ponerse a salvo del indomable animal.