Joan Pujol, el doble espía español que engañó a Hitler en Normandía y decidió la II Guerra Mundial

El trabajo de Joan Pujol fue clave para que el ejército nazi no esperase el desembarco de Normandía y la operación tuviese éxito

Joan Pujol, el doble espía español que engañó a Hitler en el Día D en Normandía y decidió la II Guerra Mundial

Sergio Muñoz González

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Cualquier mínimo detalle en una guerra puede hacer que la balanza caiga de un lado u otro. La información de los servicios de inteligencia de cada bando son vitales para poder ir un paso por delante del adversario y anticiparse a las estrategias enemigas. En esta función tienen un papel fundamental los espías, y durante la Segunda Guerra Mundial fueron clave para la victoria del bando aliado.

Uno de los agentes de espionaje más determinantes en este conflicto fue Joan Pujol García, un español que consiguió filtrar información falsa al bando nazi para que creyeran que la gran ofensiva de los aliados no sería en Normandía, sino en Pas-de-Calais, mucho más al norte. De esta manera, facilitó el avance de las tropas frente a un número limitado de tropas nazis en la playa francesa en la que realmente se produjo el desembarco. ¿Pero cómo este español se convirtió en un espía de los servicios de inteligencia británicos y se ganó la confianza de Hitler para confiar de tal manera en él?

Un agente doble al servicio de Gran Bretaña

La faceta de Joan Pujol como espía se forjó en la Guerra Civil española, surgiendo un rechazo al totalitarismo que le hizo querer combatir en el bando aliado. Su arma era la palabra, su capacidad inventiva y su persistencia, pero no tuvo unos inicios fáciles en el espionaje. Al principio, quiso trabajar para los servicios de inteligencia británicos en varias ocasiones, pero ante la negativas de las autoridades, cambió de táctica. Contactó con los alemanes para hacerse espía del bando nazi. Estos le enseñaron las técnicas y tácticas necesarias para ser un agente del espionaje con las intenciones de mandarle a Reino Unido, pero Pujol viajó a Portugal y desde allí enviaba las informaciones falsas.

Joan Pujol, el doble espía español que engañó a Hitler en el Día D en Normandía y decidió la II Guerra Mundial

Aquí comenzó su plan para volverse un agente doble. Nunca tuvo intenciones de ayudar al bando nazi, al que rechazaba por su ideología, pero vio la oportunidad de acercarse a los servicios de inteligencia británicos. El espía español ayudó al bando aliado filtrando información falsa a los nazis y mandando algunas reales lo suficientemente tarde como para que no les fuese útil, pero creciese la confianza de los nazis en él. Respecto a esto, el historiador Vince Houghton aseguró que Joan Pujol “es el ejemplo de cómo se le da información incorrecta al enemigo para usarla en beneficio propio”.

Este buen trabajo de Joan Pujol acabó dando sus frutos. Los servicios de inteligencia británicos se fijaron en estos llamativos mensajes que claramente no trataban de ayudar al ejército nazi y en 1942 le reclutaron como espía del bando aliado y acabó siendo clave en el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. En este momento, pasó a ser un doble espía que trabajaba para los servicios de inteligencia británicos y a la vez fingía filtrar información relevante al bando nazi. Joan Pujol se inventó una red de 27 espías ficticios que tenían una historia diferente para resultar creíble de cara a las tropas nazis. En estos se excusaba cuando las informaciones eran falsas o no llegaban a tiempo, por lo que la confianza en él como espía fue aumentando.

El éxito del desembarco de Normandía dependía de que los alemanes fuesen engañados para que el ejército nazi no estuviese preparado. Vince Houghton explica: “Los combates son los que ocupan todos los titulares. Pero es la interacción tras escena la que realmente puede cambiar las reglas del juego de una guerra”.

Sus informaciones falsas permitieron el éxito del desembarco de Normandía

Garbo, el nombre de espía que el servicio de inteligencia británico puso a Joan Pujol, envió junto a su “equipo de agentes de espionaje” muchas informaciones falsas sobre el desembarco de Normandía. Las informaciones alertaban de una invasión mayor días después de este Día D que sería vital para el devenir de la guerra. El ejército nazi confió en Arabel, el nombre de espía que le dieron los alemanes a Joan Pujol, y pensó que un gran ejército iba a hacer una invasión mayor en Pas-de-Calais, por lo que movilizaron la mayoría de sus tropas a ese territorio y debilitaron su defensa en Normandía, permitiendo el éxito de la operación del bando aliado.

Joan Pujol, el doble espía español que engañó a Hitler en el Día D en Normandía y decidió la II Guerra Mundial

Lo más curioso de esta anécdota es que el ejército nazi no descubrió la táctica de Joan Pujol con el fracaso de la defensa por culpa de sus informaciones y Alemania intentó condecorar al espía español por los servicios prestados a los servicios de inteligencia alemanes. Además, Reino Unido también propuso reconocer el trabajo de Garbo por su, en este caso sí, su gran labor en la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, se convirtió en la única persona de la Segunda Guerra Mundial que fue propuesta para ser condecorado por ambos los dos bandos.

Tras su exitosa misión y con el fin de la guerra. Joan Pujol huyó a Venezuela por miedo a que defensores del bando nazi le persiguiesen. Para esto, también recurrió a su prodigiosa inventiva y fingió su propia muerte en Angola por malaria para vivir en el anonimato. En 1984, el escritor Nigel West descubrió que Joan Pujol seguía vivo y viajó a Europa para conocer a sus hijos, tuvo una audiencia con Felipe, duque de Edimburgo, y asistió al 40 aniversario del desembarco de Normandía. En 1988 falleció en Venezuela quedando para la historia como uno de los espías más importantes en la victoria del bando aliado en la Segunda Guerra Mundial.

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