Kim Il-sung y el origen de la dictadura de Corea del Norte: de luchar por la libertad al autoritarismo

Corea del Norte es el país del mundo que más control ejerce sobre sus habitantes. La familia Kim ha dominado las vidas de los norcoreanos desde 1948 que llegó Kim Il-sung como un héroe de guerra y acabó transformándose en un Dios para los norcoreanos. Cualquier persona que opine diferente a lo establecido o critique a algún dirigente o medida es ejecutada junto a su familia, una política de terror que ha formado durante años una sociedad hermética que obedece y vive totalmente alejada de la realidad.

Kim Il-sung creó un sistema en el que el poder sucede a través de los miembros de la familia y en el que Kim Jong-un es el tercer mandatario que accede al puesto. Pese a que dictadura está vigente desde hace más de 70 años, las políticas y técnicas empleadas por el actual líder son muy parecidas que las de los inicios. Esto ha provocado que Corea del Norte sea en la actualidad el país con mayor control sobre su población y quede totalmente aislada del resto de territorios. Tal es el control, que los ciudadanos no tienen acceso al mundo exterior ni pueden salir del país.

El artífice de este régimen, la divinidad a la que veneran incluso después de su muerte, era en realidad un dictador temible que asesinó y torturó a cientos de miles de personas. Kim Il-sung consiguió tener un control absoluto en la gente imponiendo a la población con políticas del miedo cómo debían pensar, dónde trabajar, qué y cuánto comer, o cómo vestirse.

¿Cómo llegó Corea del Norte a tener este régimen?

El origen está en 1910, cuando Japón invade Corea, lo que dio paso a un periodo de represión contra el pueblo coreano, torturas y ejecuciones. En este contexto, dos años después, nació el que se convertiría en el gran artífice de esta dinastía de dictadores, Kim Il-sung, abuelo del actual Kim Jong-un. A los siete años, presenció la detención de su padre por apoyar el movimiento de independencia de Corea y vio cómo su padre era torturado, algo que marcó su personalidad. Esto hizo que apoyase la causa de su padre en su juventud y a los 19 años empezó a formar parte del bando que luchó contra Japón.

Su papel en la defensa de Corea en esta guerra hizo que su reputación fuese creciendo. Poco a poco empezó a ascender de cargo y sus victorias hicieron que se convirtiese en el líder del movimiento. En esta época fue cuando recibió el apodo que posteriormente sería su nombre de dictador, Kim Il-sung, que significa ‘se convierte en el Sol’.

Esta adoración que sentían sus compañeros y el temor que imponía al bando enemigo supuso el origen de una de las características más importantes de la dictadura: el culto al líder. Este bando comunista perdió la guerra en 1941 y tuvieron que huir la URSS, su aliado ideológico, y los soviéticos dejaron entrar a Kim Il-sung y a su ejército porque habían oído hablar de su liderazgo en la lucha contra Japón. En este tiempo observó a Stalin como líder y estudió los métodos de Stalin para imponer miedo a la población y poder así controlar el país.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, la URSS y Estados Unidos expulsaron del territorio coreano a Japón y esto generó un nuevo conflicto. Ambos países dividieron el territorio: Corea del Norte pasó a manos de la Unión Soviética y Corea del Sur quedó bajo el control estadounidense..

En este momento comienza el ascenso de Kim Il-sung en Corea del Norte. Los soviéticos vieron en él un aliado para cumplir con los objetivos comunistas, que conocía a la URSS por sus años de exilio, y lo nombraron comandante adjunto en Corea del Norte para ser el punto de unión entre los soviéticos y los coreanos. De esta manera, inició una carrera en el poder político que tenía el objetivo de volver a unificar Corea.

Su éxito le llevó a que fuese nombrado en 1946 jefe del primer Gobierno Nacional. Sin embargo, la URSS seguía controlando Corea del Norte y a Kim Il-sung. Su objetivo era liderar él solo el país y comenzó a ganarse a todos los ciudadanos con una política agraria que dio un terreno a las familias para ganarse la confianza del pueblo. Una vez que consiguió el apoyo de aproximadamente este 70% de la población, movió ficha para deshacerse de las clases altas norcoreanas y envió a todos sus enemigos a Corea del Sur.

Ya tenía el apoyo de la población, pero tenía que demostrar a la URSS que podía liderar un régimen comunista por sí solo. Para ello creó un ejército con guerrilleros que habían luchado contra él para demostrar que podía defender a Corea del Norte. En 1948, la Unión Soviética vio que Kim Il-sung estaba preparado para liderar el país y comenzaron a dejar el poder en manos de este guerrillero.

La dinastía Kim inició en 1948

Corea del Norte era libre tras 40 años y su líder buscaba unificar el territorio y formar un único país de nuevo. En 1950 Kim Il-sung ordena invadir Corea del Sur y cuando pensaba que había conseguido su propósito, Estados Unidos entró en escena y liderando las fuerzas de las Naciones Unidas arrinconaron a los comunistas al norte. Kim Il-sung buscó apoyo en China para defender el régimen comunista y Mao Tse-Tung. La unificación parecía posible de nuevo, pero Estados Unidos bombardeó el territorio, lo que hizo que en 1953 finalmente se firmase el fin de la guerra y los territorios quedasen divididos como antes de esta, algo que significó una dura derrota para Kim Il Sung.

Para reafirmar su liderazgo después de este duro golpe a su autoridad, llevó a cabo diferentes acciones. La primera maniobra fue culpar de la guerra a miembros comunistas que habían criticado su gestión diciendo que colaboraron con los estadounidenses, por lo que algunos de estos se exiliaron y otros fueron ejecutados. Esto mandó un mensaje: si te opones, ese es tu futuro.

Con sus opositores fuera, comenzó a utilizar métodos de propaganda para que el pueblo creyese que no había sido el culpable de la guerra, sino que lo fue Estados Unidos. Cambiaron la Historia contando una versión distorsionada e hicieron cierto el dicho: “Una mentira contada mil veces, se convierte en verdad”. La gente comenzó a pensar que Estados Unidos inició la guerra y pidió la paz, dejando a Corea del Norte como ganadora y destacando la figura de su líder, Kim Il-sung.

Propaganda, cultura del miedo y culto a la personalidad

A partir de este momento, comenzó a temer que pudiesen llegar estímulos de fuera del país que dificultasen su objetivo, y comenzó a aislar a Corea del Norte de otros territorios. Cerró todos los medios de comunicación para que solo hubiese una versión que le llegase a la gente y poder manipularles. Con un solo medio de comunicación que contaba lo que la dictadura quería, desarrolló una actividad obligatoria en la que todos los ciudadanos debían criticar al resto para así garantizar que todos obedecerían al régimen por miedo a que otro le delatase y provocase su ejecución.

Kim Il-sung ya tenía el control de toda la población, pero seguía habiendo algunas personas contrarias a la dictadura. Para acabar con los disidentes, intensificó la cultura del miedo para que todos fuesen leales y creó la policía secreta para controlas las vidas de la ciudadanía. A mediados de la década de los sesenta se comenzó a ver que tenía a toda la sociedad controlada en cada aparición pública debido a la admiración de todos por su figura.

Toda la información que recoge la policía secreta se utiliza para establecer tres categorías de personas con decenas de clasificaciones diferentes con las que determinan el oficio de cada individuo, la educación que recibes o dónde vives. Con esto se erradicaron los opositores o bien haciendo que cambiaran de postura o bien enviándoles a los campos de concentración denominados gulags. Kim Il-sung controlaba todos los aspectos de la vida de los norcoreanos, con una rutina de ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio de las que dos se obligaba a escribir sobre el líder.

Con el apoyo de toda la población, Kim Il-sung realizaba mítines multitudinarios en los que se le honraba como líder y el culto a su personalidad se convirtió en obsesivo. Con todos los ámbitos de la vida de los individuos controlada y con las pasiones que despertaba, comenzó a plantearse cómo hacer que la dictadura continuase cuando él falleciera.

Convertir su dictadura en una dinastía hereditaria

Para conseguir que su liderazgo se convirtiese en una dinastía que sucediese de generación en generación, Kim Il-sung comenzó a preparar a su hijo mayor Kim Jong-il para que sea el próximo líder. Él fue quien desarrollo un plan para elevar la categoría de su padre, Kim Il-sung, de líder a Dios. Llevaron el culto a la personalidad al extremo hasta que crear una religión inventándose un mito de que Kim Il-sung derrotó solo a los japoneses. Pero no solo se deificó al artífice de todo, también al futuro de la dinastía, Kim Jong-il, del que difundieron la historia de que nació en las laderas místicas del Monte Paektu. En este lugar se establece el origen del pueblo norcoreano por lo que su nacimiento ahí le convertía en un Dios con derecho a gobernar, aunque se cree que realmente nació en un cuartel soviético en la Segunda Guerra Mundial.

A partir de aquí, se puso en marcha la maquinaria de propaganda para convencer a la población de que eran dioses y una vez conseguido el objetivo, Kim Il-sung fue delegando tareas en su hijo y futuro líder hasta que en la década de los ochenta Kim Jong-il prácticamente gobernaba en solitario.

El 8 de julio de 1994 Kim Il-sung falleció a los 82 años de un infarto. Tras 48 años como líder manipulando a la ciudadanía, esto provocó un gran luto en el país debido a que los ciudadanos pensaban que era un Dios viviente que no podía morir y ellos vieron cómo ese Dios moría, algo que provocó un shock en la población. Desde fuera de Corea del Norte, se vio esta muerte como el fin de la dictadura, pero no fue así. El sistema se tambaleó, pero se mantuvo con Kim Jong-il como líder supremo del país. En 2011, la dinastía tuvo que hacer frente a la muerte de otro líder y se produjo la llegada de la tercera generación de la dinastía, Kim Jong-un.

En la actualidad y con más de 70 años de vigencia, la dictadura continúa en Corea del Norte con Kim Jong-un con un régimen de características similares a las que estableció Kim Il-sung. El artífice continúa siendo la pieza angular de la dictadura concebido como un divinidad y, aunque ahora lidere el país su nieto, la represión sobre la ciudadanía es la misma en la actualidad que en los tiempos de Kim Il-sung, el origen de la dictadura en Corea del Norte.

Kim Il-sung pasó de luchar en la guerra para liberar al pueblo coreano a establecer la dictadura más represiva de la Historia reciente. Bajo el liderazgo de Kim-Jong-un, su nieto, el conflicto con Estados Unidos y Corea del Sur continúa y se ha convertido en un peligro para todo el mundo al convertirse en una amenaza nuclear. ¿Hasta cuándo durará la dinastía Kim?