Agresiones, faltas de respeto, acoso y denuncias falsas: la complicada situación de los profesores en las aulas

157 docentes fueron agredidos el curso pasado por alumnos y 4 de cada 10 se han enfrentado a acusaciones falsas

Violencia en las aulas

Sefi García

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Dos de cada 10 profesores no son capaces de hacerse con el aula, según datos del informe del defensor del profesor de ANPE. 157 docentes fueron agredidos el curso pasado por alumnos y 4 de cada 10 se han enfrentado a falsas acusaciones durante el curso 23/24 en los colegios públicos españoles.

Aunque los conflictos con alumnos han disminuido ligeramente, los reportan 4 de cada 10 maestros, las agresiones han subido. Y en esas circunstancias, tienen que enfrentarse al aula a diario. En esas circunstancias “lo primero que piensas es en la seguridad del resto de alumnos, pero también porque te están agrediendo, te están empujando, te están tirando del pelo, dando una patada, no lo puedes controlar y encima-explica Teresa Núñez, defensora del profesor del sindicato ANPE- tienes que tener cuidado en como atajas esa conducta como controlas a ese alumno sin hacerle daño y sin que la familia te pueda denunciar por pensar que le estás tú agrediendo”. Las falsas acusaciones son el principal incidente que denuncian los docentes, el 37% de los profesores aseguran haberlas recibido.

Agresiones, faltas de respeto y acoso

Pero en el aula se encuentran agresiones “cada vez más problemáticas-asegura Núñez-algunas asociadas a alguna enfermedad del alumno y cada vez en edades más tempranas, y agresiones conscientes de alumnos ya de más edad. Vas por el pasillo y te empujan, tenemos que tener mucho cuidado en las escaleras, cada vez son más problemáticas”.

Dos de cada 10 profesores no son capaces de controlar el aula. Prácticamente el mismo porcentaje que en el curso anterior. Esto se debe a que “esos docentes que llegan al centro pensando que van a estar bien, que las clases son como antiguamente, que va a ser como cuando ellos fueron al colegio, se encuentran con aulas en las que tienen que atender a alumnos que están medicados por hiperactividad, alumnos con problemas familiares que eso hace que tengan actitudes complejas en clase, y a veces a edades muy tempranas”. La solución en este caso pasaría por tener un apoyo en clase, otro profesional que aliviase la presión sobre el profesor.

En un escalón inferior a la agresión, están las faltas de respeto, que denuncian 3 de cada 10 profesores. Si sumamos el acoso, la mitad del cuerpo docentes ha sufrido situaciones conflictivas en los centros educativos.

La convivencia en los colegios e institutos es cada vez más compleja, si atendemos a las cifras de ANPE “la punta del iceberg” denuncia la defensora del profesor, porque los datos están extraídos de las denuncias que llegan a ANPE.

      
             
      

Esto unido a la carga burocrática que soportan los maestros, a los cambios de planes educativos y a los nuevos programas sin dotación económica y sin personal, han provocado que 7 de cada 10 docentes confieses vivir que con ansiedad.

¿Hay solución?

Revertir esta situación será “tarea de toda la comunidad educativa”. La implicación de las familias es fundamental. “Lo importante sobre todo es que seamos conscientes del producto que tenemos delante, que es hacer personas, no es hacer chorizos-recuerda la profesora-. Lo segundo, que las familias confíen en los docentes, los docentes van a intentar hacerlo lo mejor posible y si nos equivocamos, estamos ahí para que nos pidáis explicaciones, pero no directamente poner una denuncia, o respaldar una conducta que a lo mejor tu hijo ha hecho mal o que ha percibido de una forma que no es”.

También recomienda que sea cual sea la naturaleza del hecho conflictivo, una agresión, acoso, o falta de respeto, se denuncie y se utilicen los mecanismos que tienen los centros educativos para corregir estas actitudes “por no hacer un papel, por no abrir una investigación, dejamos que ese alumnos sigua agrediendo a otros compañeros, a los docentes, normalizamos esas conductas pensando que pobre niño que tiene una situación complicada en casa…pues tampoco estamos facilitando la recoducción de esa conducta. Tenemos un reglamento de régimen interno que tiene sus limitaciones, pero lo importante es aplicarlo”.

      
             
      

Por esos críos que se comportan mal y por aquellos que no son conflictivos, que son buenos alumnos, a veces, los grandes olvidados del aula.

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