¿Consideran los trabajadores que son honradas sus empresas?

Tres de cada 10 empleados ha detectado en nuestro país mala conducta o actividad ilegal en el trabajo durante el último año

Sefi García

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

Tres de cada 10 empleados ha detectado en nuestro país mala conducta o actividad ilegal en el trabajo durante el último año, según un estudio internacional sobre ética en las empresas que se hace cada trienio. Estamos un poco por encima de la media mundial, que a su vez ha crecido seis puntos desde 2.021. En el otro lado de la balanza, el 85% creen que su empresa es honesta.

Desde 2016, las empresas españolas cuentan con mecanismos de denuncia anónima y con figuras interna para vigilar Los comportamientos éticos a los que están obligadas. Se trata de un mandato europeo que persigue el comportamiento honesto de las compañías con sus clientes y con sus plantillas.

Evitar condenas penales, contribuir a un funcionamiento adecuado de los mercados, evitar el fraude interno y asegurar la igualdad y la justicia social, son algunas de las funciones de este control de buenas prácticas.

Pero, ¿qué consideramos comportamiento poco ético? José Luis Fernández, director de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial de Comillas-ICADE explica que una empresa deshonesta sería aquella que engaña en el peso, en la calidad, en los plazos, que no trata de acuerdo con sus parámetros a los empleados, y que no cumple las normas, con las obligaciones legales, no paga…a una amplia casuística. No trabaja uno, si puede escoger, en un sitio así”. Desde 2012 y cada tres años, el Institute of Business Ethics hace una encuesta entre miles de empleados de 16 países para conocer su percepción sobre la honestidad de las organizaciones en las que trabajan. Uno de esos países es España y estos son los resultados.

Los datos de las empresas españolas

Empezamos por los preocupantes. Tres de cada 10 empleados ha detectado en nuestro país mala conducta o actividad ilegal en el trabajo durante el último año, según este estudio que se hace cada tres años. Estamos un poco por encima de la media mundial, que a su vez ha crecido seis puntos desde 2.021.

Uno de cada 6 se ha sentido presionado por su jefe a comprometer su ética en el trabajo, forzado a tomar atajos para cumplir plazos poco realistas. Impregnar de ética las empresas es mucho más importante de lo que parece, asegura el catedrático José Luis Fernández porque “si falla esa intangible moral que es la ética, no es posible que a plazo medio y sobre todo a plazo largo esa organización siga en el mercado. Por muy bien que lo haga o por mucho marketing que le pongas al tema, acabará pinchando y acabará cerrando”.

      
             
      

Los empleados se han animado a denunciar comportamientos poco honestos a través de los canales habilitados para ello (buzón de denuncias anónimo o compliance). El conocimiento de los mecanismos es muy importante para avanzar. Seis de cada 10 lo han hecho en el último año. Un tercio afirman haber recibido represalias tras haber denunciado, muy por debajo de la media mundial, que está en el 46%.

Los datos positivos

El primer dato positivo es ese incremento de denuncias por parte de los empleados, pero el global, que nos sitúa en la media mundial de honradez empresarial, en muy significativo: el 85% de los trabajadores creen que su organización se actúa siempre o casi siempre de forma honesta. Estamos en la media mundial.

Además, mayoritariamente, 7 de cada 10, aseguran que su superior directo es un buen ejemplo de comportamiento ético y que les apoya para que cumplan los estándares de honestidad. También afirman que actúan de forma responsable, aunque casi 4 de cada 10 dicen que su superior directo recompensa a los empleados que obtienen buenos resultados, incluso si utilizan prácticas éticamente cuestionables.

      
             
      

“El jefe directo-afirma el catedrático de la Universidad de Comillas-es un referente para los subordinados, nadie se comporta bien si el jefe es un bandarra. De ellos debemos esperar que sepan el oficio, pero sobre todo, que tengan categoría humana como para articular equipos y hacer que la gente actúe sacando lo mejor de sí. Esa sí que es una ventaja competitiva importante. Tiene que ser una persona íntegra y una persona formada”.

No estamos lejos de las medias mundiales y vamos mejorando poco a poco con respecto a los resultados de las anteriores encuestas pero aun hay margen de mejora. Explica José Luis Fernández que “gracias a Dios estamos razonablemente bien , mejorando y todavía con mucho camino de avance, superación y mejora. Y esperamos que se crezca más con estos estudios y ayudando a que la gente tome conciencia de la relevancia que todo esto tiene, porque no es solo bueno para las empresas, es bueno para la sociedad pero sobre todo es bueno para las personas, para los que trabajamos en las organizaciones”.

En 16 países han medido el comportamiento ético de las organizaciones según sus empleados, países que van desde los Estados Unidos a Brasil pasando países europeos como Alemania o Francia. Han participado 12 mil trabajadores.

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