La desigualdad educativa en España sigue igual que hace 10 años
Es una de las conclusiones sobre España del estudio "Equidad en la Educación: superar las barreras a la movilidad social" de la OCDE.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 80,6 por ciento de los alumnos españoles de entornos desfavorecidos no son ni social ni emocionalmente resilientes, lo que conlleva a que no estén satisfechos con su vida ni se sientan socialmente integrados en la escuela y sufran ansiedad ante los exámenes.
Es una de las conclusiones sobre España del estudio "Equidad en la Educación: superar las barreras a la movilidad social", presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de acuerdo con datos del informe PISA 2015 en comparación con los de 2006.
"España está por debajo del promedio de la OCDE en alumnos resilientes (capacidad de adaptarse frente a situaciones adversas) que proceden de familias desfavorecidas socioeconómicamente" ya que su porcentaje es del 19,7 % frente al promedio del 26, 2 % de los países de dicha Organización, ha señalado a COPE el responsable del informe y analista de PISA, Daniel Salinas.
En España no ha habido variación en cuanto a la equidad educativa "en los últimos diez o quince años" y remediar esa situación pasa, según este experto, por "más recursos, más medidas políticas y más apoyo a los estudiantes de entornos más desfavorecidos".
"Hay base para mejorar en España y en que los estudiantes se sientan más felices", ha opinado Salinas, pues hay que lograr que los alumnos de entornos con menos recursos tengan actitudes "más positivas" que redundan en "mejores resultados académicos".
En declaraciones a EFE, Salinas valora que la educación en España a partir de los 3 años sea prácticamente general, pero ha sugerido que se tenga en cuenta si es similar "la calidad" de los centros a los que acuden los más pequeños.
El objetivo de este nuevo informe de la OCDE, basándose en el último PISA 2015, ha sido "examinar las diferencias socioeconómicas entre los estudiantes y cómo afectan a los resultados educativos", ha recalcado Salinas.
En el caso español, los más desfavorecidos obtienen una puntuación significativamente inferior a los de una situación socioeconómica más alta, concretamente en la prueba de Ciencias tienen 82 puntos menos, lo que equivale a tres años de escolaridad, ha apuntado.
"Es una diferencia bastante grande, aunque es una brecha en el aprendizaje similar a la del promedio de la OCDE", ha continuado el responsable del informe, que ha añadido que en nuestro país "no ha habido ningún cambio, ni negativo ni positivo a lo largo del tiempo".
"Ha sido notoriamente estable a lo largo del tiempo y ello es malo porque no ha habido mejora en la equidad aunque tampoco haya empeorado", ha reflexionado Salinas, que ve en España "la necesidad de trabajar en este tema y desarrollar políticas en este sentido".
Ha puesto a Islandia o Estonia como ejemplos de países de la UE que han reducido esa brecha.
El informe también ha observado que en España el 50,5 % (48 % de media de la OCDE) de los alumnos desfavorecidos acuden a escuelas cuyos estudiantes también provienen de entornos pobres.
Daniel Salinas ha lamentado el "impacto" que tiene ese porcentaje ya que si un estudiante desfavorecido va a una escuela desfavorecida tiene un desempeño 48 puntos más bajo que el que va a una escuela favorecida.
Y 50 puntos de diferencia entre ir a una escuela u otra significa casi un año y medio menos de aprendizaje (en PISA se considera que 30 puntos de diferencia equivalen a un año de aprendizaje).
En general, ha recordado, las escuelas más favorecidas cuentan con mejores recursos y profesores más capacitados.
A ello se puede unir que en los colegios menos favorecidos un mayor número de estudiantes llegan tarde y, por tanto, tienen menos tiempo de enseñanza.
En cuanto al papel de los docentes, Salinas ha destacado su "importante rol para motivar al estudiante, promover mejor la comunicación con ellos, invitarles a participar en clase y que se apoyen más unos con otros".
Así, ha dicho que en algunos países existen "programas de mentores entre pares" en los que los estudiantes de mejor rendimiento apoyan a los de menos.