La presidenta del AMPA de un centro de Educación Especial: "Juegan con nuestros hijos"
Los centros de Educación Especial viven con incertidumbre el desarrollo de la nueva ley de Educación por cómo puede afectar a los alumnos
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Lo que muchos temían pasó hace solo unas semanas. La nueva Ley de Educación, la LOMLOE o más conocida como la Ley Celaá, se ha convertido en la octava norma educativa que se aprueba en la Democracia española. Gracias a su aprobación, el Gobierno dio luz verde a una regla que supone un auténtico cambio para los centros de educación especial.
La LOMLOE establece que "el Gobierno desarrollará un plan para que, en el plazo de diez años, los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad". Añade, además, que estos centros especializados se conviertan "en centros de referencia y apoyo para los centros ordinarios". Es decir, la Ley Celaá contempla que los alumnos puedan integrarse en aulas ordinarias que, según dispone la nueva Ley de Educación, se hará a través de la disposición de más medios y recursos en estos colegios ordinarios.
En muchos sectores, muchos se han hecho preguntarse si a la larga se podrían cerrar estos centros.
En COPE.es hemos hablado con Enriqueta Reche, presidenta del AMPA Avanzar del Colegio Provincial de Educación Especial de Almería, para comprender la incertidumbre a la que se están enfrentando desde hace unas semanas. Enriqueta ha criticado que "ni las aulas ni los centros específicos están suficientemente dotados" y se ha referido tanto a los recursos materiales como a los recursos humanos.
Enriqueta ha defendido que sus hijos necesitan apoyos. "Apostar al máximo por la integración ya está hecho. Y no funciona. No se puede integrar", ha lamentado al referirnos a las intenciones del Ministerio de Educación. La presidenta del AMPA ha criticado que los recursos en este tipo de centros, los recursos están "muy mermados".
"Lo único que quiero es que mi hijo esté bien con sus recursos. No deben experimentar con nuestros hijos", ha lamentado.
"Quienes van a pagar esos errores van a ser los más vulnerables"
Enrique Reche ha querido recordar que de tomarse malas decisiones, quienes pagarán los errores "van a ser los más vulnerables", lo cual, a su juicio, es una tristeza. "Ver cómo se juega con nuestros hijos sin tener en cuenta sus necesidades". Reche ha declarado, asimismo, que los centros específicos están completamente desatendidos y que el desmantelamiento de este tipo de centros "hace mucho tiempo que está ocurriendo".
"Es una pena que un alumno que necesita muchos recursos, que necesita atención personalizada, pierda su tiempo en un aula ordinaria. Nuestros hijos son como son y sus capacidades hay que desarrollarlas con todo el personal que necesitan. No se puede continuar mermando", ha afirmado.
"No se puede continuar mermando"
Enriqueta Reche nos ha contado, además, cómo con el paso de los años han visto cómo han visto reducidos sus recursos. De los 120 alumnos que acuden al Colegio de Educación Especial Princesa Sofía son atendidos por una sola enfermera. El médico del centro se jubiló el año pasado, y el nuevo curso comenzó sin cubrir dicha vacante. "Es vital que tenga el apoyo de alguien", ha opinado sobre la figura de la enfermera del centro y ha explicado que, en el fondo, "es como si fueran aulas hospitalarias".
"Los alumnos van por sus grandes necesidades, más que educativas, sanitarias. Esa parte tan importante no la tenemos cubierta y tenemos miedo de que ocurra una circunstancia grave y no tenga solución", ha declarado a COPE.es
Con la situación de la pandemia, y dado que todos los alumnos son considerados personas de riesgo, se ha referido a lo complicado de la situación. Los niños no tienen capacidad de ver el riesgo y por sus conductas, la gran mayoría de los niños no son capaces de aguantar la mascarilla. Otros, sin embargo, y por problemas respiratorios, tampoco se les puede poner.
Enriqueta ha explicado cómo muchos padres que no están trabajando deciden quedarse con sus hijos en casa por miedo a la situación y por las carencias a las que se está enfrentando el centro. Para la entrada de este nuevo curso, "se hizo un protocolo extenso" en el que se estuvo trabajando durante todo el verano. Sin embargo, muchos padres han visto cómo los grupos burbuja de sus hijos se rompían cuando tenían que ir en transporte escolar al centro, en el que se llegaban a juntar con niños de otras aulas o incluso de otros colegios.
"Al salir de tu casa, esa aula burbuja está rota", ha lamentado, aunque también ha querido poner en valor el trabajo del personal del centro: "Está altamente cualificado y pone todas sus ganas y empeño en que todo salga bien", pero también ha admitido que muchos profesores y tutores "tienen que hacer malabares para poder mantener cierta seguridad".