Donald Trump, contrapunto a la ilusión por la Hora del Planeta 2019

 Los tres retos son: un día sin plástico, un día sin dióxido de carbono y un día sin carne

Donald Trump, contrapunto a la ilusión por la Hora del Planeta 2019

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hoy se celebra la Hora del Paneta 2019. Una iniciativa promovida por la organización WWF, dedicada al cuidado y la conservación de la naturaleza en todo el mundo. Se realizará en ocho mil ciudades de 187 países y tendrá como escenarios principales a más de doce mil monumentos. Este año, además, WWF desafía a los ciudadanos del mundo a que “no consuman carne ni plásticos de un solo uso, al menos durante un día”. Los tres retos son: un día sin plástico, un día sin dióxido de carbono y un día sin carne.

Canadá, Australia y los países más cosmopolitas del mundo se sumarán a esta acción que también llegará a España. En concreto, a Alicante, León, Barcelona, Bilbao, Calahorra, Córdoba, Granada, Lanzarote, Málaga, Sevilla, Valencia, Zaragoza y Madrid. Una ola que crece y crece gracias también al esfuerzo de ejemplos como el de la adolescente sueca, de 16 años, Greta Thunberg, destacada activista en las huelgas y movilizaciones por el calentamiento global.

Sin embargo, esta iniciativa que ha removido conciencias e involucrado a miles de personas de todo el mundo, también tiene su contrapunto. Un contraste que viene desde las altas esferas de la geopolítica internacional. Precisamente, el presidente del Gobierno con, probablemente, mayor poder del mundo, Donald Trump, se opone tácitamente a cualquier tipo de políticas que intenten reducir la velocidad a la que se está desarrollando el cambio climático.

De hecho, el 1 de junio de 2017, el propio Trump sacó a Estados Unidos de la Conferencia de París sobre el Clima, celebrada en diciembre de 2015, y en la que 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante, a nivel mundial, sobre el clima. Trump dijo entonces que abandonaba el acuerdo firmado porque así “ayudaría a las industrias del petróleo y del carbón en su país, y, como consecuencia, generaría empleos”. En la misma línea, añadió: “Es hora de poner Youngstown, Ohio, Detroit, Michigan, Pittsburgh o Pennsylvania por delante de París”.

El lucro económico, claramente, por encima del medio ambiente. No obstante, la mayoría de países restantes continúa con el acuerdo firmado. Pero, ¿qué fue exactamente la Conferencia de París?

CONFERENCIA DE PARÍS

Se trató de un compromiso vinculante por parte de 195 países. ¿El objetivo? Evitar un cambio climático peligroso a través de un plan de acción mundial que pusiera el límite del aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2º C. Asimismo, “también pretende ajustar las emisiones globales en su nivel máximo cuanto antes para no tolerar posibles crecimientos e incluso aplicar rápidas reducciones basadas en criterios científicos”, rezaba uno de los informes que lo componen.

Los Gobierno acordaron reunirse cada cinco años para fijar objetivos más ambiciosos, informar a la ciudadanía de sus avances y evaluar los avances a largo plazo mediante un sistema de transparencia y rendición de cuentas. Además, también se ofrecieron a prestar ayuda a los países en desarrollo para que su adaptación fuera mejor y más consistente.

De la misma forma, este acuerdo también reconoce la importancia de evitar y atender los daños y perjuicios del cambio climático, cooperar y mejorar la comprensión en campos como los sistemas de alerta temprana o en la preparación para emergencias

Pero todo esto tenía un coste: 100 mil millones de dólares de 2015 a 2020. Después, se analizarían los avances y la nueva inversión. Algo que no acabó de convencer a la Estados Unidos de Donald Trump, que dos años después rompió su compromiso con el acuerdo. 

OTRAS DECLARACIONES POLÉMICAS DE TRUMP SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Esta no ha sido la única decisión o declaración de Trump sobre el cambio climático o el efecto invernadero que ha creado polémica. El 15 de octubre de 2018, reconoció que “el cambio climático no es un engaño, pero no sé si está causado por el hombre y, probablemente, volverá a cambiar en el futuro”. Aludiendo así a un supuesto comportamiento cíclico de la naturaleza, lejos de los efectos y consecuencias de la mano del hombre. 

Unas palabras que pronunció durante una entrevista en la cadena CBS en la que llegó a a firmar que “los científicos tienen una marcada agenda política y no seré yo quien perjudique a mi país entregando millones de dólares en políticas ecológicas”.

Hay que recordar que antes de esto, se había contradicho al sostener que “el cambio climático es un invento chino”, literalmente. Una postura que pareció retomar el 27 de noviembre de 2018, cuando directamente dijo: “No me lo creo”. De esta manera se refirió a un informe de 1.656 que detallaba los devastadores efectos del cambio climático y sus consecuencias en la salud, la economía y el medio ambiente. Un documento avalado por 300 científicos y 13 agencias federales que poco o nada importaron a Trump.

Así, en pleno 2019 y con la Hora del Planeta ya ante nosotros, cabe preguntarnos: ¿Acompañarán las políticas de las grandes potencias mundiales, y entre ellas la de Estados Unidos, las exigencias medioambientales de un futuro incierto?