Estas son las alternativas a la colonoscopia que detectan enfermedades como el cáncer de colon y recto

Es el tercer tipo de cáncer más frecuente en hombres, después de la próstata y el pulmón, y es el segundo en mujeres después del cáncer de mama

¿Cuáles son las alternativas a la colonoscopia para detectar enfermedades como el cáncer?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El cáncer de colon y recto es un tipo de tumor que efectúa su aparición en el intestino grueso. Es el tercero más frecuente en hombres, después de la próstata y el pulmón, y es el segundo en mujeres después del cáncer de mama. Como muchas otras dolencias, se puede prevenir y curar, ya que es un pólipo que si se detecta a tiempo se puede extirpar de forma inmediata, evitando que aparezca el cáncer. Este tipo de enfermedad cancerosa se origina tras el crecimiento desordenado de las células que recubren el intestino grueso.

Entre los factores de riesgo que se tienen en cuenta para el cáncer colorrectal, se encuentran los antecedentes familiares en un pariente de primer grado; tener adenomas de riesgo alto, como pólipos colorrectales de un centímetro o más grande; fumar, consumir alcohol, etc. Contar con una edad avanzada es otro de los factores importantes. En 2022, el cáncer más diagnosticado en España fue el de colon y recto, con 43.370 nuevos casos, según la Sociedad Española de Oncología Médica.

¿Cuáles son las alternativas a la colonoscopia para detectar el cáncer de colon?

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), lograr un diagnóstico precoz significa "curar al 90% de los pacientes con cáncer de colon". Para poder detectar esta anomalía, se suele realizar una colonoscopia, que se efectúa a través del uso de un tubo largo y flexible (colonoscopio).

No obstante, existen otras alternativas como la prueba de guayacol en heces. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, este método busca identificar sangre oculta en la materia fecal. Se efectúa de la siguiente manera: se colocan muestras pequeñas de esa materia en tarjetas especiales recubiertas con una sustancia química llamada guayacol y se envían a laboratorio para examinarlas. Se añade un reactivo, que es una sustancia química, que hace que la muestra cambie de color. En el caso de que exista sangre, el color cambia muy rápido y esto podría significar que existe cáncer colorrectal.

Otro método se denomina "prueba inmunoquímica fecal" o FIT. Esta forma se hace porque a menudo los vasos sanguíneos más grandes de los pólipos o los cánceres colorrectales son frágiles y se lesionan muy fácilmente durante el paso del excremento. Esta prueba se debe realizar cada año y en el caso de que los resultados de la prueba sean positivos, se precisará de una colonoscopia para hacer un estudio más a fondo.

Al margen de las pruebas que se efectúan en heces, también existen otras como el análisis de la séptima nueve en sangre. Es una prueba mínimamente invasiva, que es muy útil para el diagnóstico precoz, tanto en hombres como en mujeres, a partir de los 50 años e identifica más del 75% de tumores en su fase inicial.

Otra de las maneras existentes es la "sigmoidoscopia flexible", que se hace a través de un examen que ejecuta el médico observando parte del colon y del recto a partir de un sigmoidoscopio. Este artilugio es un tubo flexible del grosor de un dedo que cuenta con una fuente de luz y una pequeña cámara de vídeo en el extremo.

Un conjunto de formas diferentes y distintas que facilitan al paciente poder tener un abanico de opciones para poder comprobar si sufre de un cáncer de colon.

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