¿Existe gordofobia en el cine? Aspirar a un cuerpo de película no da la felicidad
¿Por qué en el cine a penas aparecen gordos? El Observatorio de la Diversidad destaca que solo el 3 % de los personajes de ficción están sobrepasados de kilos
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Solo el 3 % de los personajes de ficción en el cine y en las series son gordos según el Observatorio de la Diversidad, a pesar de que el INE contabiliza a más de la mitad de la población por encima de lo que se conoce como normopeso. Aspirar a un cuerpo de película genera muchos problemas y lo peor, no da la felicidad.
Las intervenciones relacionadas con la eliminación de grasa corporal son las segundas más numerosas en nuestro país, solo por debajo del aumento de mamas, nos confirman desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica. Según los últimos datos que maneja la sociedad científica, en 2021 el número de procedimientos quirúrgicos fue de 219.600.
El crecimiento de los procedimientos quirúrgicos con respecto al año 2020 se sitúa a nivel mundial en el 18,5 %,con un aumento significativo a nivel de tratamientos del contorno corporal. Las mujeres son el 85 % de las que se someten a cirugías, y los hombres en un 15 %, un 3 % más que el año anterior. En menos de 10 años, las intervenciones de cirugía plástica se han incrementado más del 200 % en nuestro país.
La imagen idílica que nos transmiten las pantallas, no solo desde el cine y la televisión, también desde las redes sociales “influye e influye mucho -asegura a cope.es la doctora Isabel de Benito-, hay filtros, no todo es tan real como parece, y naturalmente se crea una cultura, de dónde se tiene que estar, cómo tiene que ser el cuerpo, cuáles son los índices de masa corporal, y si se sale de esa norma, hay personas a las que les genera serios conflictos, a veces importantes, y acuden a nuestras consultas intentando solucionar alguna de esa problemática que ellos creen que tienen cuando en realidad muchas veces están dentro de lo que se puede considerar normal, aunque ellos no se vean normales”.
Los datos del audiovisual
Según el informe del Observatorio de la Diversidad, en un año de ficción, solo 57 personajes de los 1.721 analizados son percibidos como gordos. La mayoría son personajes masculinos, pero apenas superan el 6 % en cine y el 5 % en series. En cuanto a la edad, la mitad de los personajes están entre los 30 y los 50 años, pero son los jóvenes los que más comentarios reciben sobre su físico.
Confirma la cirujana plástica que cada vez más jóvenes y cada vez más hombres los que acuden a las consultas de cirugía plástica.
Lo primero que hace el cirujano plástico es evaluar y diagnosticar “porque las técnicas que utilizamos sirven solo para eliminar la grasa localizada”.
“Ver qué tipo de obesidad tiene y si es tratable quirúrgicamente y determinar si es un candidato apto para la cirugía -explica la especialista-, si es apto para determinamos y qué tipo de tratamiento, a dónde podemos llegar y les informamos del riesgo”.
La pandemia fue un punto de inflexión. Se incrementaron las consultas y las intervenciones. La primavera, la época del año donde más se demandan aunque es ahora en otoño e invierno el momento ideal.
La imagen falseada o idealizada que nos devuelven las pantallas del cine y de las series, no parece un mensaje intencionado, a criterio de la psicóloga Ángela Magaz. Pero más que el mensaje, lo importante para la psicóloga es “provocar una reacción emocional, y en ese sentido no se está favoreciendo que haya emociones agradables con aspectos físicos con sobrepeso o con un peso más allá del que estamos acostumbrados a ver, que está muy por debajo de la media de la población, y entonces lo que hacemos es que tenemos emociones agradables con esas películas que nos gustan, que nos emocionan, con imágenes que tienen unas características opuestas a lo que puede ser el sobrepeso”.
La paradoja de los guapos y las guapas
Ángela Magaz recibe en su consulta a personas de toda condición, que lo único que buscan es sentirse felices con sus circunstancias personales. Nos cuenta que es curioso ver como “no necesariamente las personas que tienen unas características físicas más aceptadas socialmente, son las que se sienten mejor. Personas que tienen un aspecto estupendo pueden ser absolutamente dependientes en su autoestima de ese aspecto físico, y realizan muchos esfuerzos para mantenerlo, y además cuando se desvían un poco o creen que pueden estar mejor hacen más esfuerzos todavía, pero eso tiene un límite. Cuando llegan a ese límite, su bienestar puede estar muy afectado, precisamente porque una estima personal dependiente de lo que sea, es peligrosísima, es una auténtica trampa. La clave está en la independencia del bienestar y la autoestima de todos esos elementos”.
Explica la psicóloga que esa obsesión de algunas personas por el aspecto físico “no es más que la punta del iceberg. Porque esas personas con mucha frecuencia cuando hacemos una evaluación nos encontramos que lo que están buscando todo aquello que es apreciado socialmente. Son personas absolutamente dependientes, que muchas veces tienen problemas y conflictos con los demás porque buscan los rasgos por los que pueden menospreciar a otras personas, porque ellas se aprecian si hay personas con características inferiores a las de ellas. La tragedia es muy importante, va mucho más allá del aspecto físico, y de dificultades con la comida, el exceso de ejercicio y que pueden enfermar y poner en riesgo su vida”.