Una amenaza tan grande como el cambio climático y que no debes olvidar: la resistencia a los antibióticos
Las bacterias ocasionarán 10 millones de muertes adicionales en 2050 y el impacto económico alcanzará los 100 billones de dólares
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El profesor de Microbiología Molecular del Imperial College de Londres, Ramesh Wigneshweraraj, acaba de lanzar una advertencia para quien le quiera escuchar. Es cierto que no es el primero que lo dice, la Organización Mundial de la Salud lleva varios años advirtiendo sobre ello; lo que sí ha hecho el microbiólogo es comparar y todos sabemos que las comparaciones son odiosas y más si alertan, advierten y te insinúan que no lo estás haciendo bien : "La amenaza que representan las infecciones resistentes a los medicamentos debe tomarse tan en serio como el cambio climático". Las cifras que ha puesto sobre la mesa son escalofriantes: la resistencia a los medicamentos de determinadas bacterias producirán “10 millones de muertes adicionales para 2050, lo cual es un problema enorme para la medicina moderna. Igualmente, esto tendrá un impacto socioeconómico devastador en todo el mundo ya que costará 100 billones de dólares y llevará a millones de personas en todo el mundo a la pobreza extrema. La amenaza para la población mundial está a la altura del cambio climático ”.
Ante tales perspectivas, "ante tan desalentador panorama" que podemos ver ya en el horizonte, la comunidad científica pide con urgencia a los encargados de la prescripción de antibióticos que asuman una doble responsabilidad. "Por un lado ofrecer el tratamiento óptimo para cada paciente y por otro, un compromiso con la salud pública para preservar su eficacia y reducir al mínimo el desarrollo de resistencia. Su uso prudente es la única opción".
Los grandes avances que ha logrado el ser humano también pueden jugar en nuestra contra si no los utilizamos bien. Ahí está el exceso de plásticos que vertemos sin pensar en las consecuencias en nuestros mares, la sobresaturación de la industria textil (la segunda más contaminante del planeta), el derroche de agua sin pensar en su escasez y la sequía que avanza sobre grandes áreas del planeta. O la más acuciante actualidad, el coronavirus surgido en Wuhan. Hace varios siglos, el virus se habría quedado en la ciudad china, ahora se puede convertir en una pandemia universal.
¿Tiene, entontes, razón el profesor Ramesh Wigneshweraraj?
Cambio climático: 800 millones de personas sufren la falta de alimentos
El pasado 23 de enero, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, lanzaba a los dirigentes del mundo reunidos en el Foro Económico de Davos, en particular, y en general, a todo el mundo, especialmente a los negacionistas, este mensaje: “El cambio climático nos destruirá a nosotros, no al planeta”.
“Si tuviera que elegir dos palabras que describieran la actual situación en el mundo serían incertidumbre e inestabilidad”, afirmó en su discurso Guterres, en el que describió los cuatro peligros (como los cuatro jinetes del Apocalipsis) que nos acechan más gravemente:
La última gran consecuencia del cambio climático se está viviendo en Australia. Los incendios se han cobrado 171 vidas humanas, las llamas han arrasado con la vida animal, mas de 1.000 millones de animales han muerto y han devastado 10,3 millones de hectáreas
Las cifras de las consecuencias del cambio climático que se pusieron sobre la mesa en la Cumbre del Clima de Madrid del pasado mes de diciembre, ponen los pelos de punta: la temperatura media mundial ha aumentado en unos 1,1°C desde la era preindustrial y los océanos se han calentado en medio grado. 220 millones de personas sufrieron olas de calor el año pasado. 800 millones de personas sufren la falta de alimentos y crece el hambre en un mundo en donde se destruyen toneladas de alimentos cada día.
Tenemos 10 años para frenarlo, para salvar el planeta, de ahí el objetivo 2030. Pero no es el único gran peligro que nos acecha, a la altura del cambio climático hay otra amenaza global, callada, menos evidente, pero que también está poniendo en grave riesgo a millones de vidas: el aumento global de bacterias resistentes a los antibióticos y que supone un reto para la medicina moderna. Los científicos avisan: si no se abordan las infecciones resistentes a los medicamentos, se producirán 10 millones de muertes adicionales para 2050.
Habrá que ver las consecuencias del actual coronavirus de Wuhan que, de entrada ha resucitado en la memoria las consecuencias del SARS, aquel otro coronavirus surgió en 2003 en la provincia china de Cantón y que mató a casi 800 personas e infectó a más de 8.000.
La resistencia a los medicamentos causará 10 millones de muertes en el mundo
La Organización Mundial de la Salud lleva años alertando sobre el gran desafío que tiene la medicina actual: luchar contra las bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos que tenemos en nuestros botiquines. "Es una gran preocupación para las agencias de salud mundiales, ya que un número creciente de infecciones, como la tuberculosis, la sepsis o las que causan infecciones en entornos de atención médica, son cada vez más difíciles de tratar" advierte el profesor de Microbiología Molecular y Jefe de Sección de Microbiología Molecular en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, Ramesh Wigneshweraraj.
Debemos tener en cuenta que hemos llegado a esta situación por el uso excesivo o por el mal uso de los antibióticos que han llevado a que en EE.UU. o en el Reino Unido, más del 90% de las cepas de Staphylococcus aureus sean resistentes a la penicilina. El uso o abuso de los antibióticos por la razón equivocada está alimentando la resistencia antimicrobiana (AMR o RAM), lo que lleva a un aumento de las infecciones resistentes, de bacterias y hongos, a los medicamentos.
El profesor Wigneshweraraj plantea combatir las infecciones resistentes a los medicamentos mediante el uso de virus bacterianos. "Los fagos –virus que infectan bacterias– pueden apoderarse de los mecanismos celulares esenciales de una bacteria e inhibirlos. Esta nueva información se puede utilizar para desarrollar antibióticos de próxima generación o virus sintéticos, capaces de combatir muchos tipos diferentes de infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos".
Wigneshweraraj y su equipo trabajan con ingenieros para desarrollar 'vehículos' para administrar proteínas antibacterianas a las células bacterianas para combatir de manera más efectiva las infecciones resistentes a los medicamentos.