El mensaje viral de Andrea, una alumna de educación especial: "¡No los podéis cerrar, por favor!"

Andrea Matarí, exalumna de un colegio de Educación Especial, ha lanzado un mensaje en sus redes sociales para reivindicar la continuidad de estos colegios. La nueva Ley de educación, la ley Celaá contempla el traspaso de 35.000 alumnos con necesidades educativas especiales a colegios ordinarios.

La joven, ganadora de los Premios Garrigou #YoParticipo en 2019, ha contado en sus perfiles de Instagram y Twitter su impresionante trayectoria educativa y la importancia los colegios de educación especial.

"Tengo 24 años y trabajo en Accenture, fui a la Universidad Autónoma de Madrid" cuenta la joven. Ha conseguido todo esto, dice Andrea, "por qué estudié en un colegio de educación especial, el colegio María Corredentora".

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La petición de Andrea a la ministra Celaá

Según la joven estos tipos de colegios "son necesarios para que las personas como yo tengamos oportunidades de trabajo y de integración". Y ha lanzado un mensaje muy importante a la ministra Celaá: "No los podéis cerrar, por favor! Son necesarios".

COPE ha podido hablar con la madre de Andrea, Beatriz, una madre orgullosa, que presume de la carrera universitaria, el máster y el trabajo de su hija y que no entiende “cómo van a poder atender las necesidades de cada persona en un colegio ordinario”. Beatriz asegura en COPE que “nos están vendiendo algo no real”.

Un colegio que "ha sido fundamental"

Su reacción a la propuesta de la nueva Ley de educación, la ley Celaá que contempla el traspaso de 35.000 alumnos con necesidades educativas especiales a colegios ordinarios le parece “una barbaridad porque son los padres los que mejor conocen a sus hijos, sus necesidades y qué es lo mejor para ellos”.

Beatriz, la madre de la joven, cuenta que gracias a la educación recibida en el colegio María Corredentora ha podido formarse y llegar a ser quien es hoy. "Ha sido fundamental".

Además, según la 'Plataforma Inclusiva Sí, Especial También' la Disposición Adicional Cuarta tiene una "redacción ambigua" y abre la puerta a que las comunidades autónomas vacíen los centros de Educación Especial de alumnos para, progresivamente (en un plazo de una década), "transformarlos en centros de recursos, sin apenas alumnado".