Qué alimentos son suficiente y cuáles no para comer de plato único
En España el 61% de las comidas en casa y en el trabajo ya son de plato único, pero ojo: no todas valen
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Informe del Consumo Alimentario en España 2018, presentado por el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, anuncia un viraje en los hábitos de los españoles a la hora de sentarse a la mesa. Algunos, como que solo el 13% de los ciudadanos come fuera de casa, que nos gastamos más de 2.500 euros al año en comida o que las comunidades autónomas con mayor consumo alimenticio per cápita son Baleares, Cataluña y Canarias. Otro de los datos claves es que los españoles ya no comemos mayoritariamente con el formato del menú “clásico” de dos platos (primero y segundo), sino que el 61,2% de los habitante del país lo hace de plato único, lo que supone un repunte de 3,7 de cuota en contraposición con el menú tradicional.
Pero cuidado, porque no todos los platos únicos son equivalentes o pueden sustituir al segundo plato. En COPE hablamos con Virginia Gómez, dietista y nutricionista de la Clínica Aleris, que nos explica que no hay ningún problema con eso “siempre que el plato único también sea equilibrado”. Esto es, siempre que decidamos preparar un plato único, debemos tender en cuenta que tenga “tanto verduras como proteicos o hidratos”. Todo ello se traduce en que, en lugar de comer una ensalada de primero y un arroz de segundo, podamos transformar, como la propia nutricionista aclara, en un solo plato añadiendo arroz a la ensalada para combinar la verdura con el arroz.
Eso sí, no todos los alimentos valen. “Evidentemente no vale con hacer un plato de proteínas con una bolsa de cortezas”, aclara Virginia Gómez. Por ello hay que evitar comidas que contengan exceso de azúcares o de grasas saturadas y copar el plato de manera equilibrada. También hay que tener en cuenta la cantidad de calorías y realizar un plato único que suponga un consumo calórico equivalente al de dos, por lo que debe ser un plato copioso”. Eso sí, seguimos siendo ciudadanos de costumbres: el estudio determina que, ya sea menú de tres platos y postre o un solo plato único, pocos se olvidan del café de después.