El sistema de alertas en emergencias en España a examen tras la DANA
Es preciso mejorar la coordinación y también la información y la formación en gestión de riesgos
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Que cada uno de nosotros sepa gestionar los riesgos ligados a una situación de emergencia es importante para nuestra seguridad pero no siempre sabemos hacerlo ni las autoridades son capaces de guiarnos cuando llega el momento de afrontar un desastre como la última DANA. Los expertos consultados por COPE consideran que esta tragedia ha demostrado que se puede mejorar tanto la forma de comunicar las alertas como los canales por los que nos llegan.
“Debemos establecer alertas multicanal. No todas las personas son usuarias de redes sociales, por lo tanto, para las alertas se deben de utilizar distintos canales de comunicación como radio, televisión, redes sociales, mensajes de texto o sonoros al móvil. Las alertas a los móviles son muy interesantes y deberían hacerse directamente y no por aplicaciones, pero esto de poco sirve si la población no sabe qué hacer en cada nivel de alerta” explica en COPE el profesor de medicina de urgencias de la Universidad de Oviedo, Rafael Castro.
Junto a los sistemas tradicionales de señales luminosas o sirenas, los sistemas de alerta a la población por medio del móvil se van generalizando y son útiles, según los expertos, cuando se busca la inmediatez y para llegar a un porcentaje alto de gente en el territorio que sufre la amenaza y también como herramienta preventiva. Con estos mensajes las autoridades buscan informar a la ciudadanía de la mejor forma de autoprotegerse en cada momento por ejemplo confinándose en sus casas.
Pero para que los mensajes nos lleguen es necesario, según recuerdan los técnicos, comprobar que tenemos activadas este tipo de alertas en el sistema de configuración de nuestro teléfono.
ES-Alert empezó a estar operativo en junio de 2022, implantado por el Gobierno central tras realizar unas pruebas en caso de peligro por situaciones de catástrofes y emergencias. Para asegurar que el mensaje llegue a toda la población, utiliza una tecnología de radio de forma que no depende de la cobertura de telefonía móvil. Antes de su uso tardío en Valencia a las 20.11h de la tarde del fatídico 29 de octubre con muchas poblaciones ya inundadas, se había usado en la Comunidad de Madrid y después ha vuelto a utilizarse en Cataluña.
Es preciso aterrizar los mensajes para que sean útiles
Hay diferentes tipos de desastre y aunque no ocurran de forma cotidiana saber qué hacer en función de los niveles de alerta es clave para autoprotegernos pero los mensajes no siempre nos llegan con la claridad ni la precisión que hagan que nos resulten realmente útiles.
“Tenemos que mejorar esa traducción de lo que es un riesgo a las consecuencias que esto tiene para la vida cotidiana y construir mensajes que sean más accesibles para la ciudadanía. Debemos aterrizar los mensajes y al mismo tiempo educar a la población sobre qué hacer en situaciones de riesgo pero debemos educarla porque no podemos exigir a la población que haga una cosa que no sabe”, señala a COPE el investigador del CSIC en el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura Víctor Castillo.
Considera en este sentido que es necesario incorporar en la educación este tipo de conocimiento ya desde el colegio para que la ciudadanía sepa qué significa una alerta, cuáles son los riesgos y qué medidas se deben de tomar para minimizar el impacto.
“Cómo población lo que nos interesa es saber qué tenemos que hacer ante cada tipo de alerta y no cómo se llega a esa alerta, es decir, si estamos en alerta naranja tiene que haber unas acciones que tengo que realizar y si estamos en alerta roja van a ser otras”, subraya Castro, que coordina grupo de investigación en asistencia, prehospitalaria y desastres del Instituto de investigación sanitaria del Principado de Asturias.
Protocolos de actuación y sistemas de alerta temprana, la mejor protección
Tras lo ocurrido en Valencia, algunos expertos insisten en que tanto la administración central como las comunidades autónomas deben revisar sus protocolos de alertas para adaptarlos a la nueva situación provocada por el cambio climático, en la que los eventos climáticos extremos se hacen más frecuentes y más graves. En un estudio preliminar la organización World Weather Attribution, en la que participan meteorólogos y expertos en hidrología de todo el mundo, ha llegado a establecer que sus efectos han duplicado la probabilidad de DANA y aumentado un 12 por ciento su intensidad.
Una realidad que obliga para adaptarnos a ella a hacer un especial esfuerzo en la difusión de protocolos y en que tanto las administraciones como la ciudadanía estén preparadas, algo que incluye que la población conozca las medidas que debe adoptar en situaciones de emergencia para alejarse de los lugares más peligrosos, algo que además de limitar los daños puede llegar a salvar vidas.
Según explica a COPE Castillo la información que transmiten los técnicos tanto de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) como de las diferentes Confederaciones Hidrográficas en España es de alto nivel: “nuestro país tiene un sistema de predicción y de medición muy eficaz. Siempre podemos seguir trabajando en mejorar su precisión y la antelación con la que se elaboran las predicciones meteorológicas que son la base de las alarmas pero con su actual funcionamiento proporcionan una información más que suficiente para gestionar los riesgos”.
Si el eslabón técnico y científico funciona, lo que falla es la forma de interpretar esa información y de cómo trasladarla en tiempo y forma a la población para minimizar el impacto en situaciones de emergencia. La gestión de la DANA en Valencia ha mostrado retrasos inaceptables en la comunicación a la población y en la solicitud de ayuda masiva. Tampoco la administración central se ha caracterizado por una rápida respuesta ante la peor catástrofe natural vivida en España.
Tanto la información de AEMET como la que ofrecen en tiempo real las Confederaciones Hidrográficas, son accesibles para los centros estatales y autonómicos de Protección Civil y Emergencias, responsables de evaluar el riesgo físico para la población en función del tipo de emergencia y del entorno en el que está ocurriendo y de determinar las actuaciones necesarias para prevenir daños. Esas informaciones y recomendaciones se trasladan a los responsables políticos de las comunidades autónomas a las que corresponde evaluarlas, tomar las decisiones correspondientes y emitir cuando sea necesario avisos a la población.
La tecnología, una de las claves para salvar vidas
La falta de personal cualificado y de herramientas digitales deja a muchos ayuntamientos sin posibilidad de reaccionar ante situaciones de crisis. Expertos en tecnología consideran que la clave están en la anticipación y subrayan que hay sistemas informáticos, utilizados por grandes empresas, que permiten tanto predecir como monitorizar la evolución de una potencial emergencia de forma a poder actuar antes de que sea tarde.
Afirman que, tras lo vivido la última semana con la DANA, será necesario revisar los sistemas de alerta temprana: “es preciso adoptar sistemas de alerta masiva más eficientes y coordinados”, subraya Sancho Lerena, experta en seguridad y gestión informática.
Es preciso además potenciar la comunicación interadministrativa, evitando la descoordinación entre las administraciones y los cuerpos de emergencia y, según Lerena, “hay herramientas que facilitan el intercambio de datos, que aportan mayor velocidad y que agilizan la respuesta”.