Una enfermera de La Paz, contra Sanidad: "Es un crimen obligarnos a trabajar con síntomas y sin diagnóstico"
Critica que, además de poner en riesgo su salud, pueden contagiar el virus a sus familiares y al resto de la ciudadanía
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hace un mes, Ana, una enfermera del madrileño hospital La Paz, contrajo el coronavirus. Era 9 de marzo y faltaban cinco días para que el Gobierno decretara el estado de alarma. Entonces su médico de cabecera le dijo que se tratara con paracetamol e ibuprofeno porque si lo tenía, que entonces no le hicieron la prueba, los efectos serían "como los de una gripe". "Y en dos semanas vuelves a trabajar", le dijo su doctor.
Pero los efectos no fueron como los de una gripe normal. A Ana le faltaba el oxígeno y tenía grandes dificultades para respirar. Pero nadie fue a su casa a hacerle el test, así que tras llamar a los diferentes teléfonos de atención al paciente, le recomendaron que se desplazara a urgencias.
Finalmente, los profesionales del servicio de prevención de riesgos laborales del hospital le recomendaron que fuera al centro a hacerse el test porque otros compañeros habían dado positivo. Su resultado fue el mismo. Había contraído el coronavirus.
Tras contagiar a su hijo y a su marido, este miércoles a Ana le repetirán la prueba, aunque confiesa a COPE.es que está inquieta por si tiene que volver al hospital. El Ministerio de Sanidad ha reconocido que no se están haciendo test a todos los sanitarios con síntomas y ha recomendado a los infectados que vuelvan a prestar servicios a los siete días si no tienen fiebre, con mascarilla y evitando el contacto con pacientes inmunodeprimidos.
"Llevo trabajando 39 años y me parece un crimen porque nosotros estamos en primera línea, por lo que voy a contagiar a todo el que pase a mi alrededor", explica. Además, "no se sabe si la persona que lo ha pasado se vuelve inmune o no, por lo que el virus puede volverse a positivizar".
En su caso, la cadena de transmisión del virus se amplificaría más allá del hospital porque tiene que usar el transporte público para ir al complejo médico. Por eso, critica la decisión del Gobierno de avalar que sanitarios con síntomas vuelvan a trabajar con mascarilla.
Ana confiesa, además, que hasta el 9 de marzo a los profesionales de La Paz no les recomendaron usar mascarillas. De hecho, salvo casos excepcionales, atendían a los pacientes "a pelo". "No se hizo acopio de material antes. Mis compañeras tenían que subir a pedir mascarillas a la supervisora" a cuentagotas, explica.
En el caso de La Paz, salvo un número reducido de profesionales de guardia en consultas, "el resto de sanitarios está donde les toca porque todo el hospital es coronavirus", confiesa con la "rabia" de saber que no se están haciendo test diagnósticos a todos los profesionales sanitarios que arriesgan su propia vida para curar al resto.
"Es un crimen", insiste antes de colgar el teléfono.
Por propia decisión de la entrevistada se ha utilizado el nombre ficticio de Ana.