Una investigación española da con las claves del tratamiento que frena el avance de la metástasis del cáncer
El fármaco está en fase preclínica. De momento, lo están probando en tumores de la sangre, de la piel y del cerebro, cuando están en una fase muy agresiva
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En 2020, el doctor Joan Massagué ocupó las portadas de todos los periódicos del mundo. Acababa de descubrir el origen de la metástasis. La metástasis es la principal causa de muerte de los enfermos con cáncer y el doctor Massagué descubrió que se produce porque las células que están dormidas, de repente, se despiertan.
Dos años después, investigadores del Instituto de Oncología del Hospital Vall D'Hebron de Barcelona han dado un paso para averiguar cómo se duermen las células y qué se puede hacer para que no se despierten. Después de quince años de investigación han desarrollado un fármaco para que el cáncer se quede dormido para siempre. Esta investigación está liderada por el doctor Héctor García Palmer y nos habla de 'las células dormidas'.
Los tratamientos que se utilizan para acabar con el cáncer solo actúan sobre las células que se multiplican, no sobre las que están dormidas, pero cuando un paciente recibe un tratamiento o ha sido sujeto de una cirugía y parece que está curado, la enfermedad dormida persiste en el organismo y muchas veces no se puede detectar porque quedan como unas semillas dormidas en el cuerpo, y estas pueden suponer una recaída en la enfermedad.
Al parecer, todas las células que están dormidas tienen una cosa en común: una proteína que actúa como un somnífero, se llama TET 2, y no se trata de que desaparezca, sino de inyectarle un somnífero en las células. ¿Y esto cómo se puede conseguir? Pues con un fármaco que el equipo del doctor García Palmer está desarrollando. Su función es sobre activar el TET2, para que si las células están dormidas no se despierten y si están creciendo, conseguir que se duerman y mantener el tumor a raya.
El futuro del fármaco que es capaz de 'dormir' el cáncer
El fármaco está en fase preclínica. De momento, lo están probando en tumores de la sangre, de la piel y del cerebro, cuando están en una fase muy agresiva, el medicamento ayudaría a frenarla. El segundo escenario en el que el fármaco podría funcionar es cuando la enfermedad ya ha pasado por el paciente, cuando ya se ha sometido a todos los tratamientos, en este caso sería un tratamiento de una dosis menor pero a largo plazo.
Otra de las ventajas de este medicamento es que no va a ser de los más caros. En principio va dentro del rango de los medicamentos de oncología más baratos, es una molécula química, el coste de producción es menor que en otros casos y, por tanto, el coste para el paciente también.
Esta investigación es un paso importante en las investigaciones contra el cáncer, ya que se pueden beneficiar muchos pacientes que día tras día luchan para superar la enfermedad de manera definitiva.