La velocidad no contamina
Neumólogos y epidemiólogos consultados por COPE niegan que disminuya la contaminación con la reducción del límite de velocidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Neumólogos y epidemiólogos consultados por COPE niegan que disminuya la contaminación con la reducción del límite de velocidad que aplican ciudades como Madrid, Valladolid, Oviedo, Gijón o Avilés.
El 35% de la población en España respira aire contaminado y eso produce en torno a 10.000 muertes al año relacionadas con todos los contaminantes atmosféricos, según datos del Instituto de Salud Carlos III. Uno de los epidemiólogos que trabaja en este Instituto, el doctor Julio Díaz Jiménez, explicaba en COPE que para evitar estos elevados índices de contaminación “no basta con reducir el límite de velocidad en las ciudades. Esta medida es insuficiente si no va acompañada de otras que disuadan al conductor, como los aparcamientos alternativos a la entrada de las ciudades, potenciar el transporte público o los carriles que hagan más fluido el tráfico”.
Por este motivo, los pacientes de este tipo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, pulmonares o alérgicas piden soluciones efectivas a las administraciones públicas.
En declaraciones a COPE, el Dr Javier Palicio, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) se mostraba convencido de que “reducir el límite de velocidad cuando se alcanzan los niveles más altos de contaminación sin haber sincronizado los semáforos para este cambio hace que aumente la contaminación, ya que el vehículo parado con el motor en marcha contamina hasta 150 veces más que uno que está circulando”.
Ciudades como Madrid y Barcelona incumplen sistemáticamente la normativa europea sobre contaminación ambiental y “las medidas que adoptan en los momentos críticos no están consiguiendo reducir las emisiones contaminantes”, añadía el Dr Javier Palicio.
Los 7 contaminantes más peligrosos para la salud son el nitrógeno, el ozono, las partículas en suspensión, dióxido de azufre, monóxido de carbono y el plomo. Solo al dióxido de nitrógeno se le atribuye la muerte de 6.000 personas en España cada año. “Son muertes evitables”, aseguraba en COPE el doctor Carlos A. Jinénez-Ruíz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). A estas cifras hay que añadir los 2.700 muertes prematuras anuales por contaminación por partículas en el aire, también procedentes de los tubos de escape de los vehículos, y los 500 fallecimientos provocados por ozono troposférico. Este último, explica el Dr Jiménez-Ruiz, son el resultado de una reacción con luz solar de las emisiones de vehículos e industrias.
Un problema grave, afirmaba en COPE la doctora Isabel Urrutia Landa, coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Mediambientales de SEPAR , ya que “el 3% de la mortalidad anual en España es atribuible a la contaminación atmosférica”. Además, “el cáncer de pulmón, las neumonías, la EPOC, el asma o las infecciones respiratorias son algunos de los graves problemas de salud relacionados con este factor de riesgo”.