Por qué no debemos usar el mismo calzado para correr que para el gimnasio

No es lo mismo el ejercicio de fuerza que el de velocidad, y de ahí que las zapatillas sean distintas

Elegir un buen calzado es esencial para evitar posibles lesiones si hacemos deporte

Miguel Soria

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Está de moda salir a correr. Por fortuna, eso sí, ya que las noticias que nos llegan sobre obesidad no son precisamente positivas. Los corredores, conocidos como 'runners', se cuentan cada vez más por la calle, y si nosotros queremos apuntarnos a la moda hay algo esencial que tener en cuenta: ¿vamos a usar el calzado adecuado? “Pero si ya tengo deportivas, no necesito otras”. Muy bien, pongamos un ejemplo: ¿competirías con un utilitario en un campeonato de F1? A menos que quieras dar la nota, no parece el mejor coche para lograr el podio dadas sus características y, en este caso, sus neumáticos (por el símil con el calzado). No parece lógico usar un neumático de competición para circular por Madrid ni viceversa.

Pues algo parecido pasa con las deportivas: no todos valen para lograr el mejor rendimiento. Las hay distintas para según su uso y es esencial tenerlo en cuenta.

La expresión “zapatero a tus zapatos” nos viene de perlas: es muy habitual encontrar que los usuarios de los gimnasios acuden a entrenar fuerza con zapatillas normales o de correr. Por eso te vamos a dar razones por las que usar el calzado adecuado será saludable para ti... y para tus zapatillas.

Disponer de un buen calzado adecuado para la actividad física es indispensable tanto para cualquier persona que esté empezando a entrenar como para cualquier deportista consumado. Tanto, que de ello dependerá que evitemos lesiones, disponiendo así de un apoyo adecuado que no provoque sobrecargas de ningún tipo. ¿Empezamos a ver la similitud entre la comparación de coches? Un utilitario tiene ruedas, obviamente pero, ¿son las mejores para el deporte? No lo parece. Pues lo mismo: ¿es capaz un calzado estándar de amortiguar el golpe que se produce en las articulaciones cuando golpeamos con fuerza el suelo? Tampoco lo parece.

Un buen calzado deportivo debe ser siempre una prioridad a la hora de entrenar. A pesar de ello no se le otorga la relevancia que es necesaria. Unas zapatillas adecuadas servirán para favorecer nuestra postura y entrenar de modo eficiente. También tendrán un efecto amortiguador ya que reducirán el esfuerzo de los músculos y de los tendones: un fuerte agarre al suelo evitará en mayor medida no tener lesiones de ningún tipo.

¿No te hemos convencido? Bueno, pues añadamos un punto de vista económico: ¿quieres que las zapatillas te duren o prefieres gastar más dinero? Quizás has empezado en el gimnasio hace poco y probablemente vengas de correr porque es lo que te han dicho que debes hacer para ponerte en forma. Y con el paso del tiempo has leído que debes hacer fuerza, pero el problema es que solo tienes unas zapatillas: las de correr. He aquí la clave: comprar unas zapatillas de correr decentes es una inversión que debes hacer si vas a ser constante, pero hay que tener en cuenta que el problema también radica ahí: las zapatillas de correr son para correr.

La zapatilla de correr está hecha para amortiguar el impacto del pie y el cuerpo en el suelo, tienen un dibujo de arco plantar muy marcado y una suela con superficie diseñada para evitar el desgaste y, como consecuencia, con poco agarre. Todo esto sumado hará que estemos ante unas condiciones inapropiadas para realizar un ejercicio de fuerza.

Ah, y otro problema añadido: una zapatilla diseñada para correr tendrá una amortiguación diseñada para, como ya hemos dicho, evitar lesiones. Cada marca usa un tipo de amortiguación distinta: aire, gel, bandas de policarbonato, láminas, foam, etc., pero, como todo, esta amortiguación tiene una vida útil: la amortiguación de la zapatilla está diseñada para absorber nuestro peso con una velocidad, fuerza y durante un tiempo concreto.

El problema viene cuando sostenemos o hacemos que las zapatillas sostengan mucho peso y durante más tiempo. Más esfuerzo más tiempo... exacto, se aplastarán antes y veremos su vida útil reducida enormemente.

Conclusión: antes de ir al gimnasio o ir a correr asesórate bien y no uses el calzado inadecuado, tus piernas y tu bolsillo lo agradecerán.

(Artículo hecho con la asistencia profesional de Daniel Cainzos, Licenciado en CCAFYDE y Técnico en Sala Fitness, entrenador personal y entrenador de 'Crosshiit' en el Centro Deportivo El Pilar).

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